El Ministerio de Transporte de China publicó detalles sobre dos rescates realizados con pocas horas de diferencia cuando graneleros quedaron atrapados en el supertifón Saola que se acercaba en la provincia de Jiangsu, justo al norte de Shanghái. Según el informe, las autoridades pudieron sacar de forma segura a un total de 25 miembros de la tripulación antes de que dos barcos se perdieran en la tormenta.
Lo anterior involucró al carguero Zheng He 9, al que le entró agua en su bodega de carga y luego en la sala de máquinas. Los vientos eran de Fuerza 9 (más de 40 nudos) con ráfagas de hasta 60 nudos, según consignó el medio The Maritime Exeutive.
El buque estaba cargado con 5.000 toneladas de mineral de hierro y estaba fondeado en la bahía de Haizhou. El capitán había reunido a la tripulación en el puente y les ordenó que se pusieran chalecos salvavidas para prepararse para la evacuación. Sin embargo, el informe decía que el mar estaba demasiado alto para botar con seguridad el bote salvavidas.
El barco de rescate Donghai Rescue 112 pudo llegar al Zheng He 9, pero debido a las condiciones del mar no pudo atracar. Ante este escenario, se procedió a llamar a un helicóptero de la Oficina de Rescate del Mar de China Oriental y, a pesar de los fuertes vientos, pudieron transportar a los miembros de la tripulación a un lugar seguro.
Más tarde, ese mismo día, otro buque, el carguero general de 6.250 toneladas de peso muerto, Hua Hai 601,informó que se había escorado gravemente. La motonave estaba cargada con 6.000 toneladas de mineral de níquel. El barco informó que tenía una tripulación de 15 personas a bordo y solicitaba asistencia.
El viento del norte lo dificultó, pero después de varios intentos, el bote de rescate logró acercarse al carguero. La tripulación fue retirada de la cubierta trasera. Dos horas más tarde, el Hua Hai 601 volcó y se hundió.