Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió aprobar de manera más expedita los proyectos que esperan una licencia de exportación de gas natural licuado (GNL). Sin embargo, sus asesores lo instan a adoptar un enfoque “paciente” antes de adoptar aquella medida.
Lo anterior se genera por temor a que las aprobaciones rápidas solo sean revocadas en los tribunales, según sostuvieron dos fuentes familiarizadas con las discusiones, ya que el actual mandatario, Joe Biden, detuvo estas licencias y ordenó a su administración que realizara una revisión de la industria de GNL en Estados Unidos. Esto debido a la presión de ambientalistas preocupados por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
En concreto, las recomendaciones ofrecen un anticipo de los desafíos que Trump enfrentará a medida que sus audaces promesas de campaña de reducir las regulaciones y liberar a la industria se topen con la realidad de gobernar una burocracia con múltiples regulaciones.
Trump tiene previsto emitir una orden ejecutiva específica sobre GNL en su primer día en el cargo a finales de este mes, pero los detalles de la misma siguen siendo motivo de debate, mientras los asesores equilibran la urgencia política con la protección de los proyectos de exportación de prolongadas batallas legales, de acuerdo a lo indicado por las fuentes a Reuters.
En tanto, el estudio de la administración Biden sobre el GNL se publicó en diciembre y concluyó que las exportaciones de GNL sin restricciones podrían exacerbar el cambio climático si los suministros reemplazan fuentes de energía con menores emisiones de carbono en lugar del carbón en los lugares a los que se envían.
Cabe recordar que Estados Unidos se convirtió en el mayor exportador de GNL del mundo en 2023, ya que las empresas buscaron ayudar a Europa a romper su dependencia de la energía rusa tras la invasión de Ucrania.
Se supone que los hallazgos ayudarán a orientar la toma de decisiones futuras sobre la aprobación de nuevos proyectos y pueden ser utilizados por grupos ambientalistas para impugnar nuevas aprobaciones.
En lugar de ignorar el estudio, los asesores instan a Trump a abordarlo directamente, utilizando un período de comentarios públicos para desacreditar algunos de sus hallazgos clave y argumentar que los estudios previos sobre GNL deberían tener prioridad.
El período de comentarios sobre el estudio de Biden termina el 18 de febrero. Los asesores de Trump incluso están considerando las ventajas de extender el plazo para tener más tiempo para impugnar el estudio y frustrar posibles demandas cuando aprueben los permisos de exportación pendientes.
Fred Hutchison, presidente y director ejecutivo de LNG Allies, un grupo de defensa de la industria, agregó que cualquier recomendación de ese tipo a Trump “seguiría en gran medida lo que prefieren las empresas que se han visto atrapadas en la pausa de la administración Biden sobre el GNL”.
“La industria quiere ver un equilibrio entre la durabilidad de las aprobaciones en los tribunales y la velocidad de esas aprobaciones”, complementó.
“Los votantes reeligieron al presidente Trump por un margen rotundo, dándole el mandato de implementar las promesas que hizo durante la campaña, incluyendo la reducción de los costos de energía para los consumidores”, dio cuenta la portavoz de transición de Trump, Karoline Leavitt.
Finalmente, cabe recordar que Biden retrasó proyectos como el CP2 de Venture Global, la planta de GNL de Commonwealth y el proyecto Energy Transfer en el Complejo Lake Charles, todo en Luisiana.