Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Union Pacific, el mayor operador ferroviario de Estados Unidos, mantiene conversaciones avanzadas con Norfolk Southern, lo que daría cuenta que un acuerdo para formar una compañía ferroviaria de costa a costa de 200 mil millones de dólares podría estar cerca y, potencialmente, desencadenar una mayor consolidación entre los gigantes ferroviarios de carga restantes con su fusión.
Lo tratado representaría la mayor adquisición en la historia del sector y crearía el primer ferrocarril de carga moderno de una sola línea de oeste a este en Estados Unidos, lo que afectaría significativamente el transporte de mercancías, desde granos hasta productos químicos y automóviles a través de la nación norteamericana.
Las negociaciones también han impulsado a la competencia, ya que Burlington Northern & Santa Fe (BNSF), propiedad de Berkshire Hathaway, y CSX están explorar opciones de fusión, según dieron cuenta fuentes familiarizadas con el asunto.
Los agentes de la Junta de Transporte de Superficie de Estados Unidos, la agencia reguladora federal que supervisa los ferrocarriles, ya están realizando trabajos preparatorios, anticipando que pronto podrían recibir no solo una, sino dos propuestas de megafusión, dijo una persona cercana a las discusiones.
Si se completa, el acuerdo combinaría la posición dominante de Union Pacific en los dos tercios occidentales de Estados Unidos con la red de 31.382 kilómetros de Norfolk Southern, la que abarca 22 estados del este.
El avance de las negociaciones, bajo la administración del presidente Donald Trump, ha sorprendido a muchos en la industria y en Wall Street, quienes creían que un mercado ya altamente concentrado no permitiría una mayor consolidación. También subraya el cambio en la postura regulatoria en torno a las leyes antimonopolio.
Una fusión de ese tipo era considerada poco probable durante la administración del expresidente Joe Biden, ya que la aplicación agresiva de las normas antimonopolio y el mayor escrutinio por parte de la junta de STB dificultaban la consolidación ferroviaria a gran escala.
Los críticos advierten que las fusiones duales que creen dos gigantes ferroviarios Este-Oeste podrían resultar en un duopolio que incremente las tarifas de envío.
Las órdenes ejecutivas emitidas por Trump a las agencias reguladoras destinadas a eliminar las barreras anticompetitivas han abierto la puerta a posibles megafusiones en la industria, dijeron las fuentes.
Desde principios de 2025, la STB ha mostrado un enfoque más favorable a la industria en las revisiones de fusiones. Su presidente, Patrick Fuchs, nombrado en enero por Trump, ha abogado por plazos más breves para las evaluaciones preliminares, un mayor enfoque en el equilibrio competitivo en lugar de bloquear la consolidación y la disposición a aplicar las condiciones posteriores a la fusión en lugar de denegar acuerdos de forma preventiva.
Aun así, una revisión podría tardar entre 19 y 22 meses, según una persona involucrada en las conversaciones. Cualquier fusión se enfrentaría al escrutinio de múltiples agencias federales y requeriría el apoyo de los sindicatos, quienes desde hace tiempo se han opuesto a la consolidación, advirtiendo que este tipo de acuerdos amenazan empleos y podrían interrumpir el servicio ferroviario.
La industria ferroviaria de América del Norte ha enfrentado desafíos que incluyen volúmenes de carga volátiles, costos crecientes de mano de obra y combustible y una creciente presión de los transportistas sobre la confiabilidad del servicio.
Norfolk Southern tiene un valor de mercado de aproximadamente 63,2 mil millones de dólares, mientras que Union Pacific está valuada en aproximadamente 138 mil millones de dólares, según datos de LSEG. “No puede haber garantías de que se llegue a un acuerdo para una transacción ni de sus términos”, afirmó Union Pacific.
La empresa ha estado lidiando con volúmenes automotrices lentos y envíos volátiles de carbón a medida que los productores de energía cambian cada vez más al gas natural, que se envía por gasoducto.
Norfolk Southern está saliendo de un período turbulento que incluyó la destitución de su ex director ejecutivo en medio de investigaciones éticas, un enfrentamiento de alto perfil en la sala de juntas con el inversor activista Ancora y un costoso descarrilamiento de tren que le costó a la compañía alrededor de 1.400 millones de dólares.
Obstáculos
La última gran consolidación en la industria fue la fusión de 31 mil millones de dólares entre Canadian Pacific y Kansas City Southern, que creó la primera y única red ferroviaria de una sola línea que conecta Canadá, Estados Unidos y México.
Ese acuerdo, que se cerró en 2023, enfrentó una intensa presión de los clientes y los sindicatos por temor a que sofocara la competencia, eliminara empleos e interrumpiera el servicio, pero finalmente fue aprobado.
Si bien los ferrocarriles siguen siendo un eslabón fundamental en la cadena de suministro de América del Norte, los esfuerzos por agilizar las operaciones y aumentar la eficiencia, incluida la adopción generalizada de ferrocarriles programados de precisión, han generado críticas de los reguladores, los sindicatos y los clientes.
Union Pacific domina los dos tercios occidentales de Estados Unidos y compite con BNSF Railway. Norfolk Southern y CSX operan en el este.
Los principales transportistas de los sectores automotriz, siderúrgico, químico y de granos podrían oponerse a una mayor consolidación en una industria que se ha reducido de más de 100 ferrocarriles de Clase I en la década de 1950 a solo seis en la actualidad.
A principios de este año, Jim Vena, director ejecutivo de Union Pacific, dijo que una fusión transcontinental beneficiaría a los clientes al eliminar la necesidad de transferencias de transportistas en Chicago (una importante fuente de congestión) y al ayudar a reducir los costosos retrasos en los envíos.














































