Por Andrés Orrego Siebert

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El vicepresidente del directorio de la Empresa Portuaria San Antonio, Renato Silva, afirmó que las estimaciones de la estatal es que, superando la tramitación ambiental del proyecto Puerto Exterior, la primera piedra de la escollera de la megaobra se pondría durante el año 2026.

Silva también señaló que de no contar con el también llamado megapuerto, la economía chilena se verá afectada en los próximos años dada la imposibilidad de mantener una oferta portuaria competitiva y que permita mantener la llegada de servicios de línea directos, lo cual generaría sobrecostos logísticos que repercutirían en los consumidores finales.

“Nosotros esperamos que el mejor plazo podría ser que en el primer semestre de 2026 se logre poner la primera piedra de la escollera, sino debería ser finales de 2026, comienzos de 2027. Si esos plazos son así, son ocho años de construcción de la escollera para luego tener los primeros terminales en 2036-2040”, expresó.

Silva reconoció que para que la iniciativa salga a flote “necesitamos mejorar en el diálogo. Hoy día es fundamental que las autoridades locales y la Empresa Portuaria puedan conversar mucho más seguido. Como Empresa Portuaria, tenemos muchos planes para la interfaz ciudad-puerto, conocemos las metodologías, pero falta ponernos de acuerdo para que cada uno de los actores tomen las responsabilidades que les corresponden a cada uno para sacar las gestiones del relacionamiento comunitario adelante”.

El directivo también afirmó que desde la Empresa Portuaria San Antonio también están preocupados de la futura formación de profesionales que se requerirán para el futuro Puerto Exterior que será semiautomatizado. Para esto, indicó, se han levantado perfiles de cargos y un diseño de plan que se debe coordinar con el Ministerio de Educación y el Centro de Formación Técnica de Valparaíso y su sede local de San Antonio.

Cabe recordar que el Puerto Exterior de San Antonio, conocido de igual manera como Puerto de Gran Escala o Megapuerto, fue confirmado por la Presidenta Michelle Bachelet el 17 de enero de 2018 durante los últimos días de su segundo gobierno. La obra contempla la construcción de una escollera de 3.900 metros, siendo la segunda más larga de América Latina por detrás de la del nuevo Puerto de Veracruz.

Este nuevo puerto, que al valor actual y con las modificaciones que ha tenido pasó de tener un costo de 3.600 a 4 mil millones de dólares, se emplazará al sur del recinto actual y añadirá una capacidad adicional de 6 millones de TEU, permitiendo a San Antonio alcanzar una transferencia anual cercana a los 9 millones de contenedores de 20 pies por año.

Vale apuntar, además, que al momento del anuncio se estimó que el megapuerto completo estaría operativo en la década de 2040, algo que debió ser modificado a raíz de los diversos retrasos que ha tenido la iniciativa.