Alcohol, biometano y amoníaco permitirían alcanzar cero emisiones netas en la industria naviera

Por Redacción PortalPortuario.cl

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Un estudio realizado por A.P. Moller – Maersk y Lloyds Register confirma que las mejores oportunidades para descarbonizar el transporte marítimo son encontrar nuevas fuentes de energía sostenibles. Según las proyecciones del mercado, los combustibles mejor posicionados para este objetivo serían el alcohol, el biometano y el amoníaco.

Maersk indicó que una de sus metas ha sido lograr eficiencia energética como un modo de reducir las emisiones de CO2, estando 10% por encima del promedio de la industria. Sin embargo, la naviera danesa detalló que llegar a emisiones netas cero  cambio total en la forma en que se impulsan los buques de aguas profundas. La industria naviera necesita introducir combustibles de propulsión neutrales en carbono y nuevas tecnologías.

“El principal desafío no es en el mar sino en tierra. Los cambios tecnológicos dentro de los buques son menores en comparación con las soluciones innovadoras masivas y la transformación de combustible que se deben encontrar para producir y distribuir fuentes de energía sostenibles a escala mundial. Necesitamos tener un buque  comercialmente neutral de carbono en servicio dentro de 11 años, indicó Søren Toft, Director de Operaciones de Maersk.

Estas tres rutas de combustible tienen proyecciones de costos relativamente similares, pero diferentes desafíos y oportunidades. “Es muy temprano para descartar algo por completo, pero estamos seguros de que estos tres son los lugares correctos para comenzar. En consecuencia, gastaremos el 80% de nuestro enfoque en esta hipótesis de trabajo y mantendremos el 20% restante para ver otras opciones”, señaló  Toft.

“La próxima década requiere la colaboración de la industria ya que el shipping considera sus opciones de descarbonización y analiza de cerca el potencial de los combustibles como el alcohol, el biometano y el amoníaco”, dice el CEO de LR, Alastair Marsh.

“Este ejercicio de modelado conjunto entre Lloyd’s Register y Maersk indica que los armadores deben invertir para obtener flexibilidad de combustible y también está claro que esta transición presenta más un gasto operativo que un desafío de gasto de capital”, añadió.

Los alcoholes (etanol y metanol) no son un líquido altamente tóxico con varias vías de producción posibles, directamente a partir de biomasa y / o mediante hidrógeno renovable combinado con carbono de biomasa o captura de carbono. Las soluciones existentes para manejar el bajo punto de inflamación y para quemar alcoholes están bien probadas.

El etanol y el metanol se pueden mezclar completamente en los tanques de combustible del buque, creando flexibilidad de combustible.

Sin embargo, la transición de la industria hacia soluciones basadas en alcohol aún no se ha definido. El biometano, por otro lado, tiene una posible transición suave dada la tecnología e infraestructura existentes. Sin embargo, el desafío es el “deslizamiento de metano”, la emisión de metano no quemado a lo largo de toda la cadena de suministro.

El amoníaco es verdaderamente libre de carbono y puede ser producido a partir de electricidad renovable. La tasa de conversión de energía de este sistema es más alta que la de los sistemas basados ??en biomateriales, pero la vía de producción no puede aprovechar las fuentes de energía potenciales como, por ejemplo, residuos de biomasa.

El principal desafío para el amoníaco es que es altamente tóxico e incluso pequeños accidentes pueden crear riesgos importantes para la tripulación y el medio ambiente. La transición de las aplicaciones actuales a las futuras también es un gran desafío para el amoníaco.

Según Maersk y  Lloyds Register es poco probable que las baterías y las pilas de combustible tengan un papel inmediato en la propulsión de buques de aguas profundas neutrales en carbono comercialmente viables. La industria marítima es responsable del 2-3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), por lo que la industria tiene un potencial significativo para ayudar a crear una economía neutral en carbono para 2050.


 

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