Luego de diez días de paralización retornó la normalidad en las operaciones en el Terminal Cuenca del Plata, propiedad en 80% de Katoen Natie y 20% del Estado uruguayo.
Según informó el diario El País, la solución llegó a través de un decreto firmado por el Ministerio del Trabajo conjuntamente con los ministerios de Transporte y Ganadería mediante el cual se garantizó el pago mínimo de 13 jornales a un grupo de trabajadores que están inscritos como eventuales en TCP.
El dirigente del Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra) Eduardo Fernández dijo a El País ayer que con la confirmación del decreto interministerial los trabajadores levantarían la medida de paro por tiempo indeterminado que habían adoptado el viernes 4 de este mes.
“El decreto garantiza los trece jornales a nivel general que obviamente incluye a TCP. Se logró conseguir lo de los 13 jornales, otras reivindicaciones para la terminal se discutirán con la empresa en los Consejos de Salarios. Este era el punto más importante”, dijo Fernández.
El conflicto se había originado en diferencias entre la cúpula de TCP y el Supra y el sindicato de base de la terminal sobre los jornales a esos trabajadores eventuales.
La empresa aducía que el asegurar los jornales no podía ser un condicionamiento previo a la negociación de un convenio salarial para la compañía. En TCP no hay convenio vigente. El anterior se venció, pero siguió rigiendo por ultraactividad hasta que la empresa lo denunció en el Ministerio de Trabajo por incumplimiento del sindicato a cláusulas de prevención de conflictos y de paz.
Ahora, con el comienzo de las negociaciones en los Consejos de Salarios las partes deben comenzar a establecer las bases para el nuevo convenio y allí apareció el trancazo sobre la posición de 38 trabajadores eventuales.
Con la intervención de los ministerios y luego de una jornada donde nuevamente se sucedieron una serie de negociaciones el diferendo quedó laudado y la terminal comenzará a operar con normalidad a partir de esta jornada.
A cinco días del conflicto, la empresa había informado que llevaba perdidos ya 5.500 movimientos de contenedores y cinco barcos y cuatro barcazas habían cancelado su escala en el puerto de Montevideo.
Allí también surgió la voz de los exportadores que advirtieron sobre importantes pérdidas económicas en caso que el conflicto no encontrara una solución.
Con los ánimos crispados y aún sin solución, el viernes el sindicato portuario había señalado que una continuidad del diferendo con TCP podía desembocar en una medida a nivel general.