Por Luis Alberto Zanela, T21
@BetoZanela
La incorporación del transporte marítimo en la cadena de suministro de México a Estados Unidos puede dar como resultado un mayor control de calidad dentro de la industria automotriz, con menos probabilidades de que los vehículos sufran vandalismo. Esto se debe a que, una vez que los vehículos se trasladan de la planta a un puerto, se descargan en la terminal y se almacenan hasta que llega el barco, lo que significa que hay un potencial reducido de daños y robos.
Roberto Zavala, Vicepresidente de Wallenius Wilhelmsen Solutions, indicó que en los viajes marítimos cortos entre México y Estados Unidos se pueden transportar los automóviles a puertos de la costa este u oeste de aquel país para ser descargados del barco y posteriormente los vehículos se preparen, se carguen en camiones y se envíen a su destino final.
De acuerdo con el directivo, los OEM (fabricantes de equipo original) han utilizado los servicios marítimos durante años, pero su popularidad ha crecido recientemente, en parte como resultado de las mejoras en la infraestructura, lo que significa que los puertos ahora están mejor equipados para soportar grandes volúmenes y envíos de alta calidad.
Para los OEM mexicanos con fábricas cercanas al puerto, especialmente, el transporte marítimo ofrece una forma eficiente y rentable de distribuir vehículos al mercado estadounidense, enfatizó Roberto Zavala.
Con base en información de Wallenius Wilhelmsen (WW), en 2019 México produjo 2.6 millones de vehículos para Estados Unidos, y llevar estos volúmenes de automóviles a su destino final es una operación que involucra varios modos de transporte en diferentes etapas de la cadena de suministro, desde la distribución de trenes y camiones hasta viajes cortos por mar.
“Tradicionalmente y en su mayor parte, los OEM han favorecido una distribución ferroviaria directa. En esta cadena de suministro, una vez que los vehículos se producen y se despachan a la exportación, se cargan en vagones que los llevan a través de la frontera con Estados Unidos, a una locomotora de ferrocarril o patio de automóviles cerca de su destino final. Allí, están preparados para la entrega y cargados en camiones para el tramo final del viaje al concesionario”, sostuvo Zavala en opinión para WW.
En ese sentido, añadió que es conveniente tener una alternativa sólida que incluya otros medios de transporte, donde los servicios marítimos pueden desempeñar un buen papel, más cuando se usan junto con el riel o el camión, donde tienen el potencial de garantizar una entrega rápida con menos exposición a daños.
Bajo este escenario, comentó que WW ofrece una ventanilla única para administrar el flujo de vehículos desde las fábricas en México hasta los puertos y concesionarios de Estados Unidos y, al tener una supervisión completa de toda la cadena de suministro, no solo ofrece visibilidad a los clientes, sino que se anticipa a posibles interrupciones de la red y actuar de manera proactiva.
Así, los servicios de WW de fábrica a distribuidor incluyen el procesamiento en planta (gestión de patio, accesorios, carga ferroviaria y cambio de vagones); autotransporte y ferrocarril con proveedores asociados; procesamiento de puertos en Altamira y Veracruz; traslado marítimo por a ambas costas de Estados Unidos; procesamiento en aquellos puertos; autotransporte en Estados Unidos y entrega a distribuidores dentro del área de influencia del puerto.