El presidente del Sistema de Empresas Públicas (SEP), Carlos Álvarez, se refirió a la contingencia que viven los puertos de Iquique y Coquimbo, afectados por los recientes terremotos de abril de 2014 y de septiembre de 2015 respectivamente.
En el caso del complejo de la capital de Tarapacá, el alto ejecutivo manifestó su satisfacción por las ofertas recibidas para recuperar el molo y enfatizó que no tiene sentido dragar en un sector en el que la restricción es la maniobrabilidad. En tanto, frente a la más reciente contingencia del puerto coquimbano, Álvarez expresó que la empresa portuaria local y el concesionario Terminal Puerto Coquimbo están todavía realizando los catastros tras el terremoto y tsunami del 16 de septiembre.
“La actividad portuaria es una actividad que está sujeta a contingencias y lo importante es que nuestras empresas como los concesionarias actúen de manera coordinada y armónica para poder enfrentarlas”, aseguró Álvarez.
“En el caso de Iquique se ha trabajado con la mayor prolijidad para efectos de reconstruir el Puerto de Iquique, estamos muy contentos con la recepción de estas siete propuestas, lo que va a permitir que en un plazo relativamente breve que los procesos de reconstrucción estén en curso, ya sea para tener un puerto reconstruido a fines de 2017, así como para poner en marcha un proceso de licitación que permita expandirse en el futuro”, agregó.
“En el caso de Coquimbo, naturalmente hay efectos del terremoto sobre el puerto, los que están siendo evaluados por nuestra empresa portuaria en cercana coordinación con el concesionario”, detalló.
Consultado sobre la “polémica” instalada por el dragado del Puerto de Iquique, cuya idea es impulsada por el alcalde de la capital de Tarapacá, Jorge Soria, el presidente del SEP apuntó que la profundidad no es un problema y subrayó que no tiene sentido dragar donde el verdadero obstáculo lo representa la maniobrabilidad.
“La discusión con respecto de la profundidad tiene que ver básicamente con un problema, donde la profundidad no es tan relevante, tiene que ver con las características físicas del propio puerto. O sea en aquellos lados donde ha habido reclamos sobre mayor profundidad son lugares donde es muy difícil la maniobrabilidad y, por lo tanto, la maniobrabilidad pasa a ser la restricción en ese ámbito. No tiene sentido profundizar dragado, donde hay dificultades de maniobrabilidad para no generar conflicto con el otro terminal, de modo tal de que lo que estamos haciendo es hacer la reconstrucción que habilite al Puerto de Iquique para acoger a los barcos post panamax”, sostuvo.
“Tal como se estableció, las obras que se están haciendo en el puerto de Iquique, son obras que tienen que cumplir las normas y los marcos reglamentarios hoy día existentes, como también permitir que ese puerto se extienda en el futuro para recibir, cuando existan los niveles de demanda esperados, los navíos más grandes disponibles en ese momento y ese es el diseño que se ha hecho”, enfatizó.