Algunas empresas navieras están tratando de economizar dinero haciendo viajes más largos por África, en lugar de cruzar el Canal de Suez, ahorrando el costo del peaje que cobra la vía acuática, que puede alcanzar alrededor de USD 500.000 por un sólo gran barco, comentó Rolf Habben Jansen, CEO de Hapag-Lloyd.
Con los precios del combustible cayendo bajo el colapso de los precios del petróleo, el costo de la navegación más larga tiene sentido, explicó Jansen, en información publicada por The Wall Street Journal.
Esta situación se da en el contexto de la recesión actual que atraviesa el comercio mundial causada por la expansión del Covid-19 y que amenaza con el colapso de líneas navieras, en caso de prolongarse en el tiempo.
Las cadenas de suministro también se han visto afectadas. Los contenedores llenos de mercancías se han acumulado en algunos puertos y la entrega de muchos envíos se ha ralentizado a medida que el transporte marítimo ha reducido las operaciones para reducir costos. Los exportadores en algunos países occidentales están informando escasez de contenedores, ya que el comercio entrante se ha estancado, dejándolos sin cajas para reempaquetar y enviar.
“Cuando sacas capacidad, sacas servicios completos. Si usted es un cliente, crea dificultades”, dijo el CEO.
El encargado de Hapag-Lloyd dijo que las navieras han tenido que lidiar con cierres repentinos del país en que dejaron la carga varada en los barcos durante períodos prolongados y las cargas salientes que se encontraban en depósitos y terminales.
“De repente, India cerró. Los flujos de carga, particularmente las exportaciones, se paralizaron. De una semana a otra, su volumen baja más de la mitad y hay un impacto significativo”, agregó Jansen.
El máximo jefe de la naviera alemana dijo que aproximadamente el 20% de los contenedores reservados no están apareciendo en las terminales de carga, lo que dificulta la planificación de los servicios marítimos. La proporción de personas que no se presentan podría crecer del 35% al ??40% en los próximos meses.
El CEO espera que las compañías comiencen a almacenar más bienes para protegerse contra la incertidumbre en las cadenas de suministro. “Los importadores en adelante tomarán un poco más de inventario. En este momento, la mayoría es carga justo a tiempo y cualquier interrupción causa serios problemas”, dijo Jansen.
Hapag-Lloyd tiene miles de empleados con base en tierra que trabajan desde su casa, ha congelado los salarios de la gerencia y ha devuelto los barcos arrendados a los fletadores, mientras que, por ahora, no se trata de despidos.
La naviera está retrasando un pedido de seis mega buques que mueven más de 20.000 contenedores cada uno, para agregar a los seis que ya opera. Esas naves son las grandes perdedoras con volúmenes que se estrellan, ya que muchas están navegando a la mitad de su capacidad, renunciando a los beneficios que los operadores obtienen de las economías de escala de los barcos.
