Por Redacción PortalPortuario.cl
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Maersk Drilling fijó como objetivo reducir la intensidad de las emisiones de CO2 de sus operaciones de perforación en un 50% para 2030, como parte de una estrategia general de sostenibilidad.
Las iniciativas hasta ahora incluyen la primera plataforma que opera en tierra y la actualización de dos de las plataformas autoelevadoras más grandes del mundo a plataformas híbridas de bajas emisiones. Además, Maersk Drilling anunció recientemente que, entre otras cosas, se unió a un consorcio que está desarrollando uno de los proyectos de almacenamiento de CO2 más avanzados en Dinamarca.
La compañía estima que aproximadamente la mitad del propósito se puede lograr a través de mayores ganancias de eficiencia y soluciones y conceptos técnicos conocidos, mientras que la otra mitad se verá facilitada por inversiones en innovación en este espacio. El objetivo se medirá en toneladas de emisiones de CO2 en relación con los parámetros días contratados, medidor perforado e ingresos, siendo 2019 el año de referencia.
Además de la intención de reducción de emisiones, la estrategia de sostenibilidad de Maersk Drilling contiene iniciativas dentro de una variedad de áreas, incluido el plan de aumentar la proporción de mujeres líderes en tierra al 30% en todos los niveles.
“El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta nuestra sociedad hoy en día y queremos hacer nuestra parte para abordarlo. La demanda mundial de energía está aumentando y el consenso de los expertos es que la energía renovable no podrá reemplazar toda la producción de energía tradicional en el futuro previsible. Por lo tanto, la respuesta debe ser proporcionar energía asequible, incluidos petróleo y gas, mientras se mantienen controladas las emisiones de CO2 . Nuestra contribución a un futuro de energía sostenible es reducir significativamente las emisiones de nuestras operaciones y explorar formas de almacenar CO2”, dijo el CEO de la firma, Jørn Madsen.
El objetivo de reducción de emisiones de Maersk Drilling está en línea con los objetivos para 2030 de la mayoría de las empresas de petróleo y gas y respalda las ambiciones del Acuerdo de París.
