Hasta noviembre de este año el sistema portuario de Panamá registró un movimiento de 3,7 millones de contenedores, lo cuales se traducen en 6,3 millones de TEUs.
El movimiento de carga en cuanto a contenedores registra un crecimiento de 1,64%, mientras que el incremento medido en teus es de 2,6%. De las seis principales terminales portuarias en Panamá tres obtuvieron resultados positivos mientras que los otros tres no, según consignó la agencia ANPanamá.
Al revisar las cifras individual de cada puerto, el primer lugar lo ocupa Balboa, administrado por Panama Ports Company el cual movilizó 2,8 millones de teus, una caída de 4,5% en relación al mismo periodo, pero del año anterior, el segundo con mayor movilización fue Manzanillo International Terminal,( MIT) que es una empresa de capital privado norteamericano y panameño afiliada a Carrix, Inc, en este caso el resultado es de 1,8 millones de TEUs, también una caída, esta de 3,9%. En tercera posición está otro puerto de Panamá Ports: Cristóbal, al cual le fue mejor que al resto con unos números positivos de 12,7% lo que en números enteros son 740.608 teus, Entre estos tres representan en conjunto 5,3 millones de teus el 84% del total.
Los otros tres puertos son: Colon Conteiner Terminal con 730.152 (57,6%), Panama International Terminal 201.925 (-4%) y Boca Fruit 20.678 (20,6%).
Para el cierre del año los ejecutivos no esperan grandes incrementos en el movimiento en general, cabe recordar que hace unas semanas Carlos Urriola, vicepresidente de Manzanillo International Terminal (MIT) dijo a ANPanamá que prevé un crecimiento muy bajo, que quizás se llegue a mover casi lo mismo que del 2014. Además afirmó que las navieras a nivel mundial están ajustando sus presupuestos, bajando sus expectativas.
Explicó que esto se debe a que el sector marítimo es un buen termómetro de la economía especialmente en cuanto a las ventas en el comercio y la economía mundial está viviendo una desaceleración.
A pesar de estas proyecciones, Urriola es optimista, ya que entiende que este es un ciclo el cual se debe aprovechar para prepararse para cuando vengan tiempos mejores.