Después de resolver varios líos de reclamación de tierras y de firmar un crédito por USD 200 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el proyecto Puerto Antioquia concretó su cierre financiero por USD 393.7 millones. El último respaldo vino por cuenta de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), con un crédito de deuda por USD 103.7 millones.
Este aval bancario, con un plazo de hasta 17 años, fue aprobado por la Junta Directiva de la FDN tras surtirse “un riguroso proceso de análisis sobre su estructuración, su viabilidad jurídica, financiera, social y ambiental”, expresó la misma FDN mediante un comunicado.
Los dineros restantes, en cuanto a la financiación de deuda requerida para el proyecto marítimo, fueron asumidos por Bancóldex, con un crédito de USD 30 millones, y Davivienda, con otro de USD 60 millones. Estos montos representan más de la mitad de la inversión fijada para que la terminal marítima opere en 2025, según El Colombiano.
De los USD 672.4 millones requeridos, 59,6% serán financiados a través de deuda, mientras que el 40,4% restante implicará una inversión equivalente a los USD280 millones, los cuales serán asumidos por los socios del proyecto, según informó la FDN.
Entre estos se cuentan CMA Terminals (22,1%), Pio S.A.S. (11,1%), Eiffage Infrastructures S.A.S (22%), Termotécnica Coindustrial (5,17%), Uniban (15,51%), Agrícola Santamaría (5,69%), Banafrut (4,14%) y CI Tropical (6,21%). La Unión para la Infraestructura, fondo respaldado por Credicorp Capital Asset Management y Sura Asset Management, participará con el 8,21%.
Esta intervención se desarrolla bajo un contrato de concesión firmado en 2019 por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) con un grupo de inversionistas locales y extranjeros a un plazo de 30 años. La obra, una vez entre en operación, reducirá los costos logísticos de las cargas que ingresan y salen del país por el mar de Antioquia.
La terminal tendrá lugar en el corregimiento Nueva Colonia, de Turbo, y, según el pronunciamiento más reciente de la FDN, de 44% y 41% serán las reducciones en costos y tiempo para Medellín con esta en operación respecto a las demás que operan sobre el Caribe. Para Bogotá y el Eje Cafetero, las reducciones en costos y tiempo serán de 17% – 25% y de 37% y 33%, respectivamente.
El cierre financiero del puerto se suma a otras gestiones adelantadas por los representantes de la obra, como la adquisición de la licencia ambiental y la autorización para contar con una Zona Franca Permanente Especial. Según los cálculos del BID, el proyecto podría generar 17.000 empleos directos e indirectos, además de 11.600 empresas nuevas y una derrama de USD 24.4 millones anuales en pago de impuestos, según la FDN.
Respecto a lo técnico, el proyecto contará con una plataforma marina de 1.340 metros de línea de muelle y 16.5 metros de profundidad, conectada a un viaducto de 3.8 kilómetros, además de una plataforma en tierra de 38 hectáreas. En estas instalaciones se podrán recibir y almacenar cargas a granel, vehículos, y contenedores refrigerados y secos.