La inauguración del Canal Seco de Honduras, que conectará el Pacífico con el Atlántico, representaría una oportunidad comercial para El Salvador, específicamente para el Puerto la Unión, que sigue sin poder atraer inversión extranjera.
Pero para aprovecharla, deberá desarrollar su logística según explicó Valmir Araujo, quien es director comercial senior de Operadora Portuaria Centroamericana, la empresa privada que opera Puerto Cortés en Honduras.
“Tener la infraestructura como el Puerto La Unión, tener Puerto Cortés… esa conexión logística es una perfecta infraestructura para generar desarrollo, plantas productoras, producción agrícola. Atraer nuevas cargas”, dijo el experto.
Sin embargo, el desarrollo del Puerto La Unión se ha quedado rezagado, pese a los diferentes intentos de revivir esta infraestructura, que terminó de construirse en 2009. Aunque muchos gobiernos han intentado darlo en concesión para comenzar a generar carga, hasta la fecha no hay avances para que una empresa privada la explote. En 2015, cuatro empresas estuvieron interesadas en operar esta terminal, pero después de varias gestiones, la licitación internacional se declaró desierta, según el medio El Salvador.
El actual gobierno de Nayib Bukele también anunció el año pasado que abriría un proceso de licitación para concesionar nuevamente la terminal, pero el ingeniero Valetín Gutiérrez Arias, unionense y con un máster en administración portuaria y shipping business, asegura que de nada servirá una nueva licitación si el gobierno no resuelve antes dos problemas básicos del puerto, cero carga generada y azolvamiento del canal de acceso.
Según Valmir Araujo, la carretera de 300 kilómetros tiene una rápida conexión con El Amatillo, en El Salvador desde donde podría llevarse mercadería hacia Puerto Cortés en 5 o 6 horas. “El Salvador es el país de Centroamerica que no tiene acceso al Atlántico. Necesita de Guatemala o de Honduras para acceder al Atlántico. La carretera pone una oportunidad de una ruta segura, moderna, porque es una carretera de cuatro carriles desde la frontera de El Amatillo. Hacerlo en 6 horas es un buen tiempo. Este es un beneficio para El Salvador, para desarrollar esta zona”, afirmó Araujo.
El presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Federico Ánliker, reconoce que hay una gran oportunidad. “Estamos listos para ser parte de ese corredor logístico con el Puerto de La Unión, frontera El Amatillo y nuestras carreteras”, dijo sin dar más detalles.
El Puerto La Unión, que sigue durmiendo el sueño de los justos, también tiene otro punto en contra: Además de tener un eficiente Puerto Cortés en el Atlántico y ahora una moderna carretera, Honduras también va a todo vapor para construir un Puerto en el Pacífico, específicamente en el Golfo de Fonseca, donde también convergen tierras salvadoreñas.
El Banco Centromericano de Integración Económica, BCIE, ya le otorgó a Honduras un préstamo por 55 millones de dólares para hacer los estudios de preinversión con miras a construir un nuevo puerto en la Isla del Tigre y un puente que conecte con tierra firme en la isla Zacate Grande.