Una agrupación de asociaciones medioambientales y campesinas entregó a la Asamblea Nacional (parlamento) de Nicaragua una iniciativa de ley, respaldada por miles de personas, que busca derogar el proyecto del canal interoceánico para conectar el Caribe y el océano Pacífico.

La propuesta fue apoyada por 28.698 firmas, de las cuales cerca de 7.000 fueron presentadas en papel legal, casi 2.000 más del mínimo que exige la ley, dijo a periodistas Mónica López Baltodano, ambientalista y directora de la Fundación Popol Nah, que respalda al Comité Nacional para la Defensa de la Tierra, el Lago y la Soberanía.

Las firmas con la iniciativa ciudadana de ley, según difundió la agencia EFE, fueron entregadas por un grupo de campesinos en la primera secretaría del Parlamento, que preside la diputada sandinista Alba Palacios.

“Esta semilla que hoy hemos sembrado, crecerá en nuevas condiciones políticas y se convertirá en un robusto árbol de la dignidad nacional”, expresó Baltodano.

Por su lado, el diputado disidente sandinista Víctor Hugo Tinoco, que apoya la demanda de los campesinos, dijo a periodistas que esa Ley debe derogarse y declararse nula.

“Y cualquier pretensión de Wang Jing”, el empresario chino dueño del HKND Group, concesionario del Canal interoceánico, “de cobrarle a Nicaragua porque se ha derogado esta ley, pues va a encontrar al pueblo de Nicaragua en la defensa de nuestros intereses”, sentenció el legislador opositor.

La dirigente del Comité Nacional para la Defensa de la Tierra, el Lago y la Soberanía, Francisca Ramírez, dijo que hasta ahora han realizado 64 marchas de protesta en contra de la construcción del canal, principalmente por campesinos que habitan en la ruta prevista de la vía acuática.

Nicaragua otorgó a la firma china HKND Group la concesión para el canal por un período de 50 años más otros 50 prorrogables.

Según el diseño más reciente, el proyecto del canal consiste en una vía húmeda de 276 kilómetros de longitud, de 230 a 280 metros de ancho, e incluye dos puertos, un aeropuerto, dos lagos artificiales, dos esclusas, un área de libre comercio y complejos turísticos, entre otros.

El canal entraría en operación, según los cálculos de la compañía, cinco años después del inicio de las obras más importantes, es decir, la excavación del canal y la construcción de la esclusa oeste, previstas a iniciar a finales de 2016.

El costo del proyecto está calculado en unos 50.000 millones de dólares, de acuerdo con HKND Group.

Nicaragua espera que su construcción abra unas 50.000 plazas de empleo y duplique el producto interior bruto (PIB) nacional.