Los analistas señalan al negocio portuario -particularmente al Puerto de Rotterdam- y la agricultura como los sectores más vulnerables de los Países Bajos a la crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania y las sanciones posteriores.
Sandra Phlippen, economista jefe de ABN Amro, destaca el negocio portuario como un pilar económico particularmente sensible de los Países Bajos. “El Puerto de Rotterdam podría verse muy afectado, porque reexportan mucho”.
Según Bloomberg, las sanciones a Rusia provocarán cuellos de botella y afectarán el comercio anual de productos y bienes valorados en unos 30.000 millones de euros (33.000 millones de dólares).
“Estamos extremadamente preocupados. Si hay una crisis energética aguda, el puerto se verá afectado”, comentó Allard Castelein, director ejecutivo del Puerto de Rotterdam.
En cuanto a los datos que apuntan a que su inversión extranjera en Rusia suma más del 10% de la economía holandesa, Phlippen de ABN dice que en realidad refleja principalmente bienes que pasan por Rotterdam y transacciones a través de las llamadas empresas buzón, con sede en los Países Bajos quizás por razones fiscales. “Estos flujos no agregan mucho valor. Por lo tanto, su impacto en nuestra economía será limitado”, señaló el economista.
De un total de 62 millones de toneladas en carga manejada en el Puerto de Rotterdam, el 15% del volumen total está relacionado con Rusia. Del total de contenedores que transitan, un 10% tienen conexión con el país gobernado por Vladimir Putin, que también exporta acero, cobre, aluminio y níquel a través de ese hub.