Por Redacción PortalPortuario.cl
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La menor disponibilidad de naves para la exportación de fruta fresca en el Puerto de Valparaíso está generando que, justo en el peak de la campaña, las exportaciones de este tipo de producto con destino a Estados Unidos corran el riesgo de no poder salir del país.
El presidente de Fedefruta (Federación de Productores de Fruta de Chile), Jorge Valenzuela, solicitó que “por estas dos semanas nos den espacio para que los buques con cámara refrigerada puedan trabajar con mayor frecuencia”, junto con la petición de que se pueda aumentar la dotación de estibadores en estos días, “en los que nos encontramos en los últimos embarques previo a la medida para-arancelaria del marketing order en los Estados Unidos”.
El representante de los fruteros señaló que “estamos hablando de un producto que es muy perecible, y esa misma perecibilidad dicta los tiempos cuándo debe cosecharse, embalarse, transportarse. Creemos que la fruta debe tener prioridad de embarque en estas semanas del año”. Asimismo, el líder gremial espera que el Puerto de Valparaíso, tanto TPS como TPV que son los operadores, “se comprometan en las próximas temporadas a brindar las condiciones para volver a la capacidad de embarque que requiere la exportación de fruta”.
“Estamos en las semanas críticas de la temporada de uva de mesa, cuando nos encontramos con el mayor volumen de fruta, y en este minuto no tenemos las naves suficientes en los puertos para enviarla a su destino”, señala la Federación de Productores de Frutas de Chile. Esto, luego la situación logística (ya complicada por los atrasos y el alza en costos por la pandemia) se agravase en el momento más álgido de las cosechas en Chile, por una menor disponibilidad de buques en el puerto de Valparaíso, donde zarpan naves con cámaras refrigeradas hacia Estados Unidos, y la falta de estibadores en comparación a otros períodos.
En esta fecha, se debería estar embarcando uva de mesa y carozos como los nectarines desde las zonas productivas centrales de las regiones de Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins, junto también con los últimos arándanos de la temporada. “Sin embargo, si antes había espacio para trabajar con más de cuatro buques de cámara a la semana para transportar la fruta a los Estados Unidos, ahora apenas contamos con dos, lo que está afectando de forma importante al grueso de los productores de uva de mesa, que dependen de estas semanas para salir con sus cajas al mercado norteamericano”, comentó el presidente del gremio, Jorge Valenzuela.
En lo que va del enero y febrero de este año, casi el 75% del volumen de uva de mesa chilena se ha destinado a Estados Unidos, según cifras de Odepa, “y ahora en marzo nos encontramos con el cosechón de esta fruta en la zona central, especialmente en la región de O’Higgins, donde todo el mundo y las comunas rurales están de cabeza en las labores de cosecha y embalaje”, agregó Valenzuela.
El dirigente indicó que “la fruta es un trabajo del cual dependen cientos de miles de personas que se dedican todo el año a diversas tareas en los huertos, para ver los resultados de las cosechas en estos días, y la falta de buques justo ahora para los envíos de fruta fresca es un problema que compromete todo ese esfuerzo”.
Alcances y solicitudes
Los fruticultores plantean que esta situación ha llevado a atrasos en la logística de la fruta y la llegada de las cargas a destino, por lo que han tenido problemas con respecto a los compromisos con los recibidores y distribuidores de Norteamérica, donde existen programas de venta al consumidor que deben ser cumplidos por los supermercados y toda la cadena de suministros.
“Entendemos que los puertos, como el de Valparaíso con el cual hemos sostenido conversaciones a raíz de estas dificultades, están con mucha demanda de embarques de importación y exportaciones de todo tipo de bienes. Hay otros rubros exportadores de nuestro país que embarcan todo el año, los productores de uva de mesa lo hacen solamente en estas semanas de la temporada, y de aquí a fin de mes tendremos días críticos en los cuales sí necesitamos de más espacio para embarcar y de más estibadores para trabajar las cargas”, continuó Valenzuela.