Por T21

@GrupoT21

Unos 9 mil contenedores que se dirigían a Rusia y Ucrania, antes de las sanciones impuestas debido a la guerra, en naves de Hapag-Lloyd han debido ser recolocados en otros terminales europeos. La naviera, además, ha tenido que sortear desafíos como sobrecostos.

La naviera Hapag-Lloyd, cabe recordar, fue una de las primeras compañías marítimas en congelar todas sus operaciones en Rusia y en Ucrania derivado del conflicto bélico.

Actualmente, estos contenedores se almacenan en terminales de varios puertos europeos, principalmente Constanta (Rumanía) y Estambul (Turquía), así como Hamburgo (Alemania) y Rotterdam (Países Bajos), limitando la capacidad de los puertos y bloqueando el espacio de almacenamiento.

La naviera refirió que, por otro lado, debido al conflicto se incurre en costos considerables de almacenamiento, por lo que se debe encontrar una solución antes de que estos costos superen el valor de la mercancía.

Otro tema preocupante para la compañía son los contenedores refrigerados, pues estos suelen contener productos alimenticios rápidamente perecederos, de acuerdo con un comunicado.

Los contenedores que se encuentran en puertos europeos se han sometido a un extenso proceso de revisión para determinar si los envíos son mercancías sancionadas o no; es decir, productos de alta tecnología o de doble uso, o que se haya comprobado que los destinatarios son personas o empresas sancionadas.

Con esto, se entregarán aproximadamente 1.800 contenedores a San Petersburgo a través de alimentadores de terceros, que son envíos no autorizados; sin embargo, ningún barco hace escala en Odessa, por lo tanto, los contenedores no se pueden entregar a Ucrania por mar.

La naviera ha creado un equipo de crisis humanitaria que se ocupa de sus empleados que permanecen en Ucrania, así como transporte de artículos de socorro para las Naciones Unidas.

Algunos trabajadores ya han salido del país y están trabajando en otras oficinas europeas de Hapag-Lloyd, por ejemplo en Izmir, aunque otros empleados ucranianos en Odessa no quieren abandonar el país.