Juan Pablo Santibáñez es Gerente general Antofagasta Terminal Internacional.
Hace unos días, una delegación de autoridades y empresas de Antofagasta tuvimos oportunidad de participar de las jornadas de trabajo convocadas por la Asamblea Legislativa de Matto Grosso do Sul (Brasil) para impulsar el Corredor Bioceánico.
Se trata de un proyecto que convoca transversalmente a todos los actores de nuestra región. Y cómo no, si es una alternativa clara para generar más desarrollo y oportunidades para todos los antofagastinos.
De acuerdo con estudios del tema, en un escenario optimista se estima un volumen total de cargas al año 15 (2035) de 392 mil toneladas para el flujo oeste-este, mientras que para el Este-Oeste se prevén casi 1,9 millones de toneladas anuales.
Este proyecto no es algo nuevo y, tampoco, algo inmediato. Concretarlo requiere de mucho trabajo tanto del mundo público como del privado en Chile y en los países involucrados: Brasil, Paraguay y Argentina. Solo trabajando juntos lograremos avanzar de forma decisiva.
Hoy existen condiciones muy propicias para la promoción del Corredor Bioceánico. Paraguay, especialmente, ha hecho fuertes inversiones en su cadena logística e infraestructura terrestre para hacerlo posible. Para Brasil también supone una gran ventaja competitiva: salir por el Pacífico permitiría reducir en hasta dos semanas los tiempos de tránsito hacia el continente asiático.
Nuestro terminal tiene una vocación multipropósito y aunque nuestro principal mercado es la industria minera, estamos trabajando hace tiempo para diversificar nuestras transferencias, tanto con cargas de proyecto, como atrayendo nuevos productos de los países vecinos para ser una puerta de salida eficiente y competitiva a Oriente. El equipo de ATI tiene la experiencia, nuestro terminal tiene la infraestructura y ya contamos con servicios a Asia, por lo que estamos comprometidos con esta iniciativa.
Nos queda mucha tarea por delante. Es necesario un compromiso de los gobiernos involucrados para desplegar inversiones intensivas en las rutas, generar las coordinaciones para el control de tránsito de mercaderías, en Chile a cargo de Aduanas y el SAG. La lista es larga, pero la convicción es una: trabajando juntos lograremos avanzar para concretar este proyecto lo antes posible y proyectar a Antofagasta al futuro como un nuevo polo logístico para Sudamérica, fortaleciendo la larga trayectoria portuaria de nuestra ciudad.