La naviera Maersk confirmó que quiere mantener su operativa habitual en el Puerto de Montevideo y por lo tanto no discontinuará la línea marítima que había cancelado transitoriamente.
Según consigna el diario El País de Uruguay, el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP) de ese país, Alberto Díaz, viajó a —acompañado por la embajadora uruguaya, Ana María Bombau— donde recibido por directivos y asesores de Maersk en América Latina.
Luego de la reunión, Díaz indicó a El País que la naviera confirmó su intención de continuar operando en Uruguay y por lo tanto no discontinuará la frecuencia marítima que había sido cancelada por problemas de profundidad en el antepuerto de Terminal Cuenca del Plata (TCP).
“Quedó claro que los requerimientos de infraestructura que tenga Maersk se los planteará a la ANP, independientemente que lo haga también con sus operadores” en Montevideo, explicó el presidente de la ANP.
“Intercambiamos planes para el desarrollo; quieren ser parte de la estrategia de crecimiento del puerto; quieren hacer mas transbordos. Sabemos que tenemos un problema para resolver, pero el compromiso de la línea está”, añadió Díaz.
Maersk coloca un barco por semana en la terminal montevideana y ese buque operó este miércoles. La restricción que tiene es en la profundidad para trabajar; debe hacerlo con menos metros de calado y por tanto carga menos contenedores.
Para mejorar esa profundidad es que trabajan equipos de la ANP en la zona de maniobra y se espera que en los próximos días llegue una draga especial propiedad de una empresa china que le presta servicios a la autoridad portuaria que se encontraba en Brasil.
“Vamos a mostrarle los avances que tuvimos en el trabajo antes del martes que viene; después ya estaría trabajando la empresa china con nosotros y quizás para la otra semana esté recompuesto todo”, dijo Díaz.
“La intención de Maersk es claramente mejorar la cantidad de movimientos que hacen en el puerto, independientemente de cuál sea el operador privado”, explicó el jerarca.
La cancelación de la frecuencia marítima de Maersk en TCP llevó a que la terminal privada de contenedores perdiera movimientos, ya que el barco debió operar con menos carga. Es por eso que TCP decidió iniciarle un juicio al Estado por los perjuicios ocasionados, ya que la responsabilidad del dragado en la zona de maniobra corresponde a la ANP.