Maersk ha proyectado un incremento en el movimiento de carga en Brasil, lo cual se fundamenta en los nuevos acuerdos comerciales de ese país y en los resultados obtenidos por los puertos en el primer trimestre.
“El sector automotor debe ser uno de los destaques positivos en este segundo trimestre, aunque ese leve recalentamiento no signifique necesariamente una mejora en el escenario, es un hecho que en los últimos meses el índice de importación cayó mucho de los niveles mínimos históricos, lo que abre espacio a la recuperación también”, dijo el director superintendente de Maersk Line en Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, Antonio Dominguez, al diario A Tribuna de Santos.
Según Dominguez, la recuperación pasará por impulsar el intercambio comercial mediante nuevos acuerdos que aumenten la competitividad de Brasil, lo cual es una expectativa que mantiene el mercado en el gobierno del presidente interino Michel Temer.
Otro factor, según el ejecutivo de Maersk, es el fortalecimiento de la infraestructura. En ese contexto, Dominguez apuntó que, además del dragado en el Puerto de Santos, se deben intervenir carreteras y conexiones ferroviarias para mejorar el acceso a los complejos portuarios.
En el primer trimestre, detalla A Tribuna, las exportaciones de Brasil subieron 16% y las importaciones cayeron un 31%. Los embarques se han visto afectados por el bajo precio de los fletes, lo que generaría un desincentivo para llevar más buques a dicho país, lo que ha impactado en los productores de granos.
Cargas como el azúcar, la soja y el algodón no tienen oferta en las embarcaciones por falta de contenedores disponibles en las embarcaciones debido a la caída de las importaciones.
“El precio del flete de las exportaciones mejoró, pero continúa bajo y todavía no cubre el costo de traer más naves a Brasil, por lo menos mientras las importaciones siguen cayendo”, apuntó Dominguez.
En el primer trimestre, los productos refrigerados de Brasil tuvieron un impulso en sus operaciones. Así el despacho de carne bovina creció 19% a Asia y 26% a zonas como Europa, Medio Oriente y África.
“Asia tomó la delantera como destino de la carga refrigerada de Brasil. Sola, la región fue responsable de un crecimiento arriba de la media y revirtió el flujo que, hasta entonces, tenía Europa”, señaló Dominguez.
Otros productos que también crecieron fueron el pollo, cerdo y pescado con aumentos de 12%, 67% y 20% respectivamente. Las importaciones declinaron, sobre todo, aquellos con origen en Asia con una merma de 43%, mientras que las cargas embarcadas en Europa con destino a Brasil disminuyeron en 38%.
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