Por Redacción PortalPortuario.cl

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Un brote de Covid-19 con 800 casos confirmados se registró a bordo del buque Majestic Princess. La nave recaló al Puerto de Sydney con la mayoría de los contagiados como asintomáticos.

El buque había zarpado previamente de Nueva Zelanda y, tras su escala en Sydney, continuó su viaje hasta la ciudad de Melbourne la misma tarde de este sábado.

Este brote en un buque de Princess ha recordado lo sucedido en la misma ciudad con el Ruby Princess que, en marzo de 2020, al inicio de la pandemia, tuvo un brote de 600 personas contagiadas, de las cuales 28 resultaron fallecidas.

Princess señaló que los pasajeros con Covid-19 fueron aislados. Los mismos turistas optaron -tras hacerse un test rápido de antígeno previo a su llegada- por permanecer separados del resto de los ocupantes de la nave por, al menos, cinco días.

La compañía, a través de su matriz loval, Carnival Australia, indicó que todos los casos detectados fueron asintomáticos o levemente sintomáticos.

Según medios locales, Marguerite Fitzgerald, presidenta de Carnival Australia, comentó que “siempre supimos que existía el riesgo de que en algún momento veríamos un aumento en la transmisión comunitaria y que luego lo veríamos en el barco”.

Además, Fitzgerald rechazó las comparaciones entre este brote y el ocurrido en el Ruby Princess. “Eso fue hace casi tres años y, desde entonces, como comunidad hemos aprendido mucho, mucho más sobre el covid”, dijo.

“Hemos aprendido qué funciona para ayudar a mitigar la transmisión, hemos aprendido cómo mantener seguras a nuestras personas vulnerables y no es diferente en la industria de cruceros”, añadió.

La ministra del Interior de Australia, Clare O’Neil, sostuvo que NSW Health era la “agencia líder para gestionar cómo van a ayudar a los pasajeros y tratar el desembarco caso por caso”.

“Diría que existen protocolos regulares y jugadas que han surgido de Ruby Princess”, afirmó O’Neil.

NSW Health evaluó el nivel de riesgo de Covid para Majestic Princess como “Nivel 3”, lo que indica un alto nivel de transmisión.

El brote se produce después de un aumento en el número de casos en toda Australia durante la semana pasada, una “cuarta ola” anticipada, que llevó a Queensland a pedir a los residentes que usen máscaras en los centros de salud, en interiores y en el transporte público.