Por Redacción PortalPortuario.cl
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El presidente y CEO de DP World, Sultan Ahmed Bin Sulayem, advirtió que la brecha en infraestructura en América del Sur dificultan el comercio, a pesar del potencial que tiene la región en términos económicos no solo por las exportaciones que producen las tres mayores economías situadas en Brasil, Argentina, Chile y el Mercosur con sus 400 millones de habitantes. No obstante, el máximo ejecutivo de la firma dubaití también apuntó que los países de la región tendrán oportunidades de expandir sus volúmenes más allá de lo tradicional gracias a la multipolaridad y reglobalización.
Frente a este escenario, Bin Sulayem resaltó las inversiones que realiza su empresa en Santos, San Antonio y Callao para cerrar esas brechas de infraestructura a favor del intercambio comercial.
“Existe una grave brecha de infraestructura en América del Sur que dificulta el comercio. China ha financiado proyectos de infraestructura en toda la región. Pero el Banco Interamericano de Desarrollo estima que la escasez actual de infraestructura adecuada genera un déficit de alrededor de USD 150.000 millones al año. Los propios puertos de DP World en América del Sur en Santos, Brasil; San Antonio, Chile; y Callao, Perú, se encuentran entre algunos de los más grandes del continente y ayudan a cerrar la brecha de infraestructura. También estamos invirtiendo fuertemente en logística terrestre para permitir que el comercio fluya más fácilmente entre los mercados. Nuestra expansión del Puerto de Callao en Perú también creará una de las terminales individuales más grandes de América del Sur una vez que se complete en 2023″.
El presidente y CEO de DP World también apuntó a que “el comercio debe facilitarse mediante una mejor estandarización, armonización, digitalización y simplificación de los procedimientos de comercio internacional. Iniciativas como las ‘ventanillas únicas’ pueden estandarizar la información, reducir costos y facilitar y acelerar los procedimientos de comercio internacional sin acuerdos comerciales amplios y finalmente, las medidas anteriores permitirán una participación más dinámica en las cadenas globales de valor. Actualmente, los países del Mercosur aportan solo el 34% del valor agregado total de los productos comercializados regionalmente. Más participación significará más dinamismo en las exportaciones y las cadenas de valor regionales”.
“En un mundo multipolar y reglobalizado, hay espacio para que cada región desempeñe su papel en el comercio mundial. Las cadenas de suministro reasignadas y las políticas realineadas están cambiando la forma en que funciona el comercio y en las Américas, con unos pocos pasos más, el Sur puede tener la plataforma ideal para inclinar la balanza comercial a su favor”, complementó.
Comercio desde Sudamérica
Sultan Ahmed Bin Sulayem se refirió, en una nota escrita en su blog de LinkedIn, a los resultados mostrados por Trade in Transition 2022, programa de investigación Economist Impact patrocinado por DP World.
Los indicadores muestraron que los volúmenes comerciales experimentaron un fuerte aumento en 2021 y los exportadores sudamericanos experimentaron un aumento en parte debido al aumento de los precios de las materias primas.
“Tres de las economías más grandes de América del Sur; Argentina, Brasil y Chile son conocidos por sus exportaciones de commodities agrícolas y de metales. Todos se beneficiarán de los aumentos de precios inflacionarios a pesar de los mayores costos de importación de fertilizantes y petróleo refinado debido a las tensiones geopolíticas en curso”, detalló.
Bin Sulayem observó que “las semillas oleaginosas son la principal exportación agrícola de Brasil; Brasil y Argentina se encuentran entre los principales exportadores mundiales de soja, mientras que los precios de los metales aumentaron en 2022. Chile es el mayor proveedor mundial de cobre y exportó productos de cobre por valor de USD 23.000 millones en 2021 y los minerales metálicos también se encuentran entre las principales exportaciones de Brasil”.
“Mientras tanto, los acuerdos entre países sudamericanos independientes del Mercosur han impulsado durante mucho tiempo un comercio flexible y dinámico, con Ecuador, Perú y Chile entre los países con las regulaciones comerciales más abiertas del mundo. Como una dirección clara de sus ambiciones, estos países han firmado una serie de acuerdos comerciales individuales con EE. UU., la UE y China”, añadió.
Optimismo
El presidente y CEO de DP World comentó, además, que “si bien la encuesta Trade in Transition encontró que las presiones inflacionarias y las tensiones geopolíticas entre EE. UU. y China son las principales preocupaciones de los ejecutivos sudamericanos, este realineamiento global en realidad podría ser motivo de optimismo.
El realineamiento global es una oportunidad para América del Sur”.
En ese sentido, Bin Sulayem afirmó que “el compromiso de América Latina con la Iniciativa de la Franja y la Ruta vio aumentar el comercio con China a USD 314.800 millones en 2019. Superando a EE. UU. como el principal socio comercial del continente, China ha dicho que tiene la intención de aumentar el comercio bilateral con Sudamérica en USD 500.000 millones para 2025”.
Asimismo, según el alto ejecutivo “el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) se considera en gran medida como un TLCAN mejorado, con un compromiso renovado con la cooperación y la integración regionales. Y las leyes de reducción de inflación, ciencia y CHIPS de EE. UU. tienen como objetivo incentivar la creación de capacidades de producción de tecnología locales que compitan con China. Estas políticas diseñan cadenas de suministro reubicadas y cercanas en América del Norte, con menores costos de transporte y mayor resiliencia como atractivos beneficios de la legislación. Sin embargo, estas políticas también tienen el potencial de disminuir la influencia comercial de América del Norte en América del Sur y más allá. Junto con la creciente influencia de China en América del Sur, el continente se beneficiará de una gama más amplia de socios comerciales”.
Reglobalización
Otro concepto que integró en su reflexión el presidente y CEO de DP World fue el de la reglobalización. En este sentido, se abren nuevos beneficios y oportunidades para los países sudamericanos que podrían establecer relaciones comerciales con centros de influencia económica distintos a los tradicionales como Estados Unidos y China.
“La influencia variable de Estados Unidos y China en América del Sur refleja algo mucho más amplio. La reglobalización, gracias a los crecientes centros de influencia económica, permitirá a los países sudamericanos expandirse más allá de los lazos tradicionales de comercio exterior. China es un socio fundamental para el continente, pero la multipolaridad del futuro comercio internacional es una excelente oportunidad para que América del Sur aumente sus volúmenes comerciales”, concluyó.