La Cámara de Puertos Privados y los trabajadores de remolcadores arribaron esta noche a un acuerdo de aumento salarial, por lo que se retoma la actividad en las vías navegables de Argentina.
Por este convenio, según consignó el medio local Noticias Argentinas, se acordó una recomposición salarial para el período abril 2023 a marzo 2024 equivalente al 100% del índice de precios al consumidor que se aplicará sobre el sueldo básico.
En forma adicional, se abonará un incremento del 4% con los salarios de abril de este año y un 2,5% con los de octubre 2023.
El porcentaje de IPC acumulado que incida sobre los aguinaldos de junio se abonará con carácter no remunerativo.
De esta forma, se arribó a un acuerdo en el conflicto por el cual la Cámara de Puertos Privados Comerciales había expresado su “gran preocupación” ante la medida de fuerza que llevaban adelante el sindicato del sector, al advertir que el 80% del comercio exterior está interrumpido por el conflicto.
La protesta impidió el ingreso y egreso de buques en las terminales que dependen de remolcadores para desarrollar su actividad.
“Nuevamente las terminales portuarias se ven afectadas por conflictos gremiales en los que no tienen relación directa pero que imposibilitan la normal operatoria. El 80% del comercio exterior está interrumpido por la medida, que ya lleva dos días de duración”, había señalado la entidad empresarial.
La medida de fuerza fue motorizada por la Federación Sindical Marítima y Fluvial (Fesimaf) y, según la Cámara sectorial, afectaba a todo tipo de buques, que transportan cereales, hidrocarburos, aceite vegetal, fertilizantes, automóviles y contenedores.
En este último caso, los buques omiten los puertos argentinos, cancelando la carga de exportación y descargando la carga de importación en Montevideo o Río Grande, Brasil.
La entidad advirtió que el conflicto sindical “implica una enorme pérdida económica para el país, impidiendo el ingreso de divisas y provocando la interrupción de la actividad de aquellas plantas que necesitan de la materia prima para poder continuar su producción”.
“A esto se le suma la importante bajante que está teniendo el Río Paraná, poniendo en riesgo a los buques que ya se encuentran cargados y se ven imposibilitados de zarpar”, añadió.
Frente a este panorama, la Cámara instó a Fesimaf y al Gobierno nacional a “encontrar una inminente solución al conflicto, que está ocasionando pérdidas millonarias para el difícil momento que atraviesa el país”.
La Federación gremial está integrada por el Centro de Capitanes de Ultramar y oficiales de la Marina Mercante, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo, la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales, el Centro de Jefes y Oficiales Navales de Radiocomunicaciones, el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, el Sindicato de Electricistas Navales y el Centro de Comisarios Navales.