El enorme desequilibrio comercial entre China y Rusia desde la invasión a Ucrania ha provocado que unos 150.000 TEU de contenedores vacíos quedaran varados en Rusia, de acuerdo a The Loadstar, que cita un análisis de la plataforma Container xChange, que indica que el aumento de las exportaciones del país oriental a Rusia desde que lanzó la “operación especial” ha dejado a los exportadores chinos luchando por encontrar equipos disponibles, mientras que el precio de los contenedores de segunda mano en Rusia se desploma.
“Hay un movimiento de carga significativo desde China hacia Rusia, pero un movimiento de regreso muy escaso. Los contenedores se están acumulando en Rusia, lo que significa que los precios de segunda mano son muy bajos allí: se ve un contenedor high-cube de 40 pies a la venta en Moscú por menos de mil dólares, mientras que en otras partes del mundo cuesta casi el doble, o más”, dijo Christian Roeloffs, cofundador y director ejecutivo de Container xChange.
Los últimos datos muestran que la diferencia en los precios de las cajas de segunda mano es aún más marcada: inmediatamente antes de la invasión de Ucrania, el precio medio de un contenedor high-cube de 40 pies en Moscú era de USD 4.175, mientras que a principios de esta semana era de USD 580 dólares. Roeloffs agregó que esto se reflejaba en las crecientes pilas de contenedores vacíos, aparentemente abandonados en Rusia.
“Actualmente hay alrededor de 150.000 y todo el mundo está buscando la oportunidad de devolver contenedores a China. Todos los contenedores desde Rusia van con un cargo de recogida”, declaró.
“Muchas empresas chinas están vendiendo contenedores por debajo del precio de mercado para deshacerse de ellos, ya que no tiene sentido enviarlos de regreso a China. Desde Moscú hasta Shanghai, la oferta del mercado fuera de línea ronda los 1.500 dólares por contenedores nuevos. Si los contenedores aptos para carga están en buenas condiciones y cuestan menos, prefieren vender las cajas en el mercado local”, explicó.
Container xChange añadió que esto también había provocado una grave congestión en las terminales ferroviarias rusas y que algunos gestores de transporte locales habían descrito como “crítica” la situación en Moscú.
