Por Redacción PortalPortuario/Agencia EFE
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Cuba recibió un dique flotante de 22.000 toneladas de capacidad de levantamiento construido en China para dar servicios de reparación naval en la región, según informaron medios y autoridades estatales.
La infraestructura Floting Dock 2, ubicada en la bahía de La Habana, es un proyecto conjunto con el gigante asiático, “hermana nación a la que agradecemos su permanente acompañamiento”, aseguró en la red social X el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel. Según el gobernante, esta infraestructura será “el dique de mayor porte en el Caribe”.
Por su parte, el director general del Grupo Empresarial de Transporte Marítimo-Portuario, Miguel Pineda, declaró al diario oficial Granma que a partir de este momento comenzarán “las contrataciones tanto de buques nacionales como extranjeros, en función de las disponibilidades de recursos”.
El funcionario añadió que el dique “potenciará el desarrollo de las exportaciones en las reparaciones navales” y también en la reparación de la flota cubana. “Garantizará eficientemente la reparación de la flota nacional y desarrollará el encadenamiento con otras producciones de bienes y servicios de la economía nacional”, sostuvo Pineda.
El mandatario cubano realizó un recorrido por el nuevo dique flotante, plataforma de tecnologías avanzadas perteneciente a Caribbean Drydock Company S.A., una sociedad mercantil 100% cubana. La estructura está preparada para atender buques del tipo Panamax, lo que permitirá la reparación naval de naves de hasta 22 mil toneladas.
El primer navío en ingresar al Floting Dock 2 fue la motonave de carga general Asela, registraba bajo el pabellón de Panamá. El barco ha estado en servicio por 25 años luego de haber sido botado al mar en 1998; cuenta con capacidad para movilizar 3.504 toneladas de peso muerto en 86,56 metros de eslora y 12,8 metros de manga.
Cuba y China mantienen unas estrechas relaciones políticas, económicas y comerciales, en las que el país asiático destaca como uno de los principales aliados de la isla.
Finalmente, cabe mencionar que este proyecto no pertenece a la Nueva Ruta de la Seda promovida por Pekín, pese a que Cuba se unió a esta iniciativa en 2018.
