El Capitán Anatoli Bohatirov, a cargo del buque de carga general Izmail, propiedad de la empresa estatal ucraniana Ukrainskoe Danube Steamship, “secuestró” al navío que dirige para evitar cumplir la orden de suspender un viaje programado a Turquía y retornar en el corto plazo a Ucrania, lo que se debería a su temor de ser enviado al frente de batalla. La nave se encuentra en el Puerto de Burgas, Bulgaria.
En línea con lo consignado por el medio búlgaro Flagman.bg, en base al relato dado por Bohatirov, lo anterior aconteció luego que el Capitán determinara que se trataba de una “artimaña” para movilizarlo a él y su tripulación.
Por otra parte, Bohatirov también manifestó su preocupación de viajar a aguas territoriales ucranianas, que son objeto continuo de los bombarderos rusos, respondiendo a sus jefes que está dispuesto a tomar un rumbo hacia cualquier lugar menos su país natal.
La motonave arribó a Burgas el 22 de octubre y dos días después la tripulación determinó abandonar la nave tras el intento de “motín” para cumplir con el llamado emanado desde Ukrainskoe Danube Steamship. Hasta la fecha, el Izmail y su capitán se mantienen en el recinto portuario búlgaro, lo que fue confirmado por Bulgarian Ports Infrastructure Company.
“De hecho, Izmail está aquí desde hace casi una semana”, reconoció el jefe de la Administración Marítima de Burgas, Zivko Petrov. Inicialmente, el buque se encontraba en el atracadero número 12, destinado a actividades de carga y descarga. Cuando quedó claro que el barco ya era un fugitivo y la mayor parte de su tripulación había desertado, la dirección de la “Administración Marítima” arrestó al Izmail por considerarlo no apto para navegar.
Se ha movido para no interferir con el trabajo en la parte principal del puerto. Actualmente se encuentra en el segundo atraque en la parte abierta del recinto portuario, accesible a todos los que caminan hasta allí.
El Izmail acumula la deuda diaria de Ucrania con el Puerto de Burgas. Por cada estancia de 24 horas, el barco debe USD 1.845 por concepto de tonelaje y tasas de atraque. El sábado 28 la deuda ya superaba los 11 mil dólares.
El Estado ucraniano ha dejado claro que pronto enviará una nueva tripulación a Burgas para hacerse cargo del carguero. No está claro qué pasará con su actual capitán.
De acuerdo a lo especulado por el medio Flagman.bg, si el Capitán alguna vez regresa a Ucrania podría ser sometido a un consejo de guerra por desobedecer una orden emitida por una empresa estatal bajo la Ley Marcial.
Por otra parte, si Bohatirov decide quedarse en Bulgaria y pedir asilo político, lo más probable es que se lo niegue, dado que Ucrania no es una dictadura, sino un país democrático que mantiene un sistema multipartidista y libertad de expresión incluso en tiempos de guerra.
Finalmente, Bokhatirov puede aprovechar que su pasaporte ucraniano sigue siendo válido y abandonar el barco para escapar a otro país, pero la probabilidad de que se le conceda asilo en Occidente también es pequeña y el abandono del navío que se le ha confiado hará que aún más compleja su situación en Ucrania.