Por Redacción PortalPortuario
@PortalPortuario
Naftomar Shipping pidió cuatro buques VLGC de amoníaco, los que serán construidos por el astillero Hanwha Ocean bajo la clasificación Bureau Veritas (BV). Con una capacidad de 93.000 m3, los barcos se encuentran entre los transportadores de amoníaco más grandes del mundo encargados hasta ahora y se entregarán a partir de 2026.
Los barcos estarán equipados con un motor de combustible dual ME-LGIP LPG, listo para ser convertido para usar amoníaco como combustible cuando el kit de modernización del motor de amoníaco MAN ES esté disponible. El sistema de suministro de combustible, así como todos los demás sistemas y espacios auxiliares y de seguridad, incluidos el abastecimiento, las salas de preparación y las tuberías, podrán manejar tanto GLP como amoníaco para facilitar una conversión rápida.
A más largo plazo, el objetivo es que los barcos consuman su carga de amoníaco verde como combustible para el transporte. Esto, combinado con el uso de biocombustible como combustible piloto que se requiere en toda la tecnología de motores de amoníaco, hará que estos barcos sean verdaderamente neutrales en carbono.
Como sociedad de clasificación, Bureau Veritas validará los aspectos de seguridad del uso de amoníaco como combustible, según sus reglas para buques alimentados con amoníaco (NR671), que incluyen requisitos para una evaluación exhaustiva de riesgos de todos los sistemas de seguridad.
Además, los VLGC estarán equipados con la plataforma SmartShip (HS4) de Hanwha Ocean y un sistema de motor generador de eje, que mejora la eficiencia del combustible. La especificación de los barcos incluye una serie de anotaciones BV que promoverán el rendimiento y la eficiencia, cubriendo aspectos desde la huella ambiental minimizada, mayor comodidad de la tripulación y altos niveles de digitalización, hasta conectividad y resiliencia cibernética.
Los buques se utilizarán en el comercio de amoníaco verde, que se espera que crezca significativamente en los próximos años. Actualmente, varios lugares están examinando la posibilidad de utilizar sus fuentes de energía renovables para producir hidrógeno verde y amoníaco verde, que tendrán una gran demanda para apoyar la transición energética en el norte de Europa y otros lugares.
