Las autoridades de Salud del Puerto de Dover han presionado al gobierno del Reino Unido en la bioseguridad por la preocupación que hay en el número de automóviles, furgonetas y camiones que transportan grandes cantidades de carne a Gran Bretaña que podrían estar contaminadas, arriesgando la entrada de alimentos ilegales al mercado y la propagación de enfermedades.

Cabe mencionar que tras la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea en 2020, el país ha estado trayendo gradualmente un nuevo sistema fronterizo para los controles.

En ese sentido, la Autoridad de Salud Portuaria y un comité parlamentario indicaron que no hay ningún mecanismo para garantizar que los vehículos que se envían para sus controles vayan a un sitio determinado y existe el riesgo de que los automóviles puedan descargarse antes de llegar al lugar para ser fiscalizados.

La autoridad sanitaria intensificó su oposición al plan señalando que había contratado a un asesor legal con el fin de tomar medidas.

“Si el gobierno no reconsidera las decisiones o no se siente a la mesa y explica cómo se pueden entregar, entonces estamos considerando muy claramente nuestros próximos pasos”, indicó Lucy Manzano, jefa de la Autoridad de Salud del Puerto de Dover.

“No podemos ver cómo estos cambios son en el mejor interés de la bioseguridad de Gran Bretaña y se pueden entregar de una manera que no nos ponga a todos, como consumidores, en riesgo”, concluyó.