Por Redacción PortalPortuario
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Astilleros y Servicios Navales (Asenav) colocó en el mercado al remolcador “escort” recientemente lanzado al río Calle Calle, el cual se construyó con la modalidad especulativa, por lo que se encuentra abierto para ser adquirido por alguna compañía o naviera que necesita una nave de aquel tipo.
Bajo este contexto, desde la empresa chilena se indicó que “los barcos de distintos rubros, como el pesquero, de comercio internacional o, incluso, el de transporte de pasajeros muchas veces necesitan ser remolcados por otra nave más pequeña, pero con una mayor fuerza de tiro. Eso es precisamente lo que lanzó Asenav al río Calle Calle, un remolcador escort, fabricado con ingeniería nacional y que transporta la industria marítima chilena a una posición privilegiada en el mundo”.
De esta forma, Asenav cumplió con su objetivo de culminar la construcción de la unidad RAstar 3200-W, con 80 toneladas de tiro, en menos de un año y medio. La primera en su tipo en ser fabricada por el astillero chileno y en contar con el diseño de Robert Allan Naval Architects.
El Proyecto N°192 destaca por incorporar un avanzado método de equilibrio, que permite una navegación mucho más afable para la tripulación, pero también más segura al momento de guiar a la nave que está remolcando. Esto último permite contenerlo en zonas exigentes, así como la entrada y salida de terminales.
En este sentido, Ricardo Contreras, gerente de nuevos proyectos de Asenav, comentó que “este remolcador nos pone a la vanguardia en la fabricación de naves de este tipo en Chile a nivel internacional, que además fue diseñado por una empresa canadiense. Trabajamos con ellos pensando en cumplir con todos los requerimientos de calidad y seguridad que nos exige la industria portuaria, pero que además puede adaptarse a las condiciones especiales de otros países”.
La nave puede modificarse para operar en lugares complejos como, por ejemplo, “el puerto de Quintero que -al ser gasífero- requiere de altos estándares de seguridad; los de Valparaíso y San Antonio, dedicados mayormente al transporte de mercaderías; aunque también resulta muy atractivo para el puerto de Punta Arenas, solo por mencionar alguno de los rubros productivos de esta nave”, según se remarcó desde Asenav.
En ese sentido, la empresa chilena destacó los sistemas de seguridad con que cuenta el remolcador, como también aquellos de nebulización que lo protege y le permite acercarse a una nave ante una posible explosión o incendio, transformándolo también en un navío capaz de combatir un siniestro a nivel externo, entre otras funciones.
“Si bien por ahora este remolcador es especulativo, su construcción se suma a las 35 embarcaciones de este tipo que cuentan con innovación y tecnología chilena, que pueden inscribir al nombre del país en Chile y el resto del mundo. Porque si bien esta es una nave que perfectamente podría operar en el puerto de Quintero, Mejillones, San Antonio o Punta Arenas, también podría hacerlo en espacios internacionales, como el Puerto del Callao en Perú; Puerto de Buenos Aires en Argentina; o incluso, en puertos del resto de Europa”, enfatizó Contreras.
“En ese sentido, creemos que esta nave viene a sumar un hito más a la experiencia que tenemos en la construcción de naves escoltas y, al mismo tiempo, relevar la industria chilena de la construcción naval en el mundo”, concluyó.