La Compañía Portuaria de Lyttelton (LPC) incluyó pruebas de aptitud física obligatorias para estibadores, que son parte de las medidas de revisión de seguridad iniciadas por LPC después de que la empresa fuera sentenciada por un accidente mortal ocurrido en una de sus terminales en 2022.
Tal como indica Maritime Executive, la Unión Marítima de Nueva Zelanda (Munz) ha expresado su preocupación por el enfoque de dichas pruebas.
Con respecto al accidente, el trabajador portuario fue golpeado y muerto por carbón en la cubierta del granelero ETG Aquarius. Las investigaciones de Maritime New Zealand revelaron varias fallas de seguridad en la terminal.
“Uno de los problemas identificados por la investigación fue que los ‘hatchmen’ estaban ubicados dentro de la línea de fuego potencial del lanzador de carbón. Esto significaba que si este se reposicionaba o se movía sin su conocimiento, corrían el riesgo de ser alcanzados por el carbón. La carga de carbón es una actividad conocida de alto riesgo para LPC, y había una falta de controles y políticas en torno a esta actividad”, dijo Maritime New Zealand.
Por ende, la LPC ahora exige pruebas de aptitud física para los trabajadores, algo que Munz ha señalado como discriminatorio.
“Munz está muy preocupada por cómo se ha utilizado la muerte de un trabajador para implementar nuevas políticas sin involucrar a los trabajadores ni escuchar sus voces. La nueva condición física obligatoria para todos los empleados se está impulsando sin tener en cuenta las preocupaciones de los trabajadores sobre su protección financiera y su bienestar”, dijo Carl Findlay, Secretario Nacional de Munz.
Además, la Unión Marítima agrega que considera que la nueva política es una violación de la buena fe y que LPC no respeta el acuerdo laboral colectivo de los trabajadores.