El titular de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) de Paraguay, Óscar Orué, señaló a Uruguay en la investigación en curso sobre la incautación de 3.600 kilos de cocaína ocultos en un contenedor de harina de soja, el que fue decomisado en Portugal. La carga salió de Paraguay y pasó por el Puerto de Montevideo antes de llegar a Europa, donde fue interceptada por las autoridades portuguesas.

Orué explicó que la carga pasó por los controles en Paraguay sin detectar la presencia de droga. “Los controles en Paraguay no detectaron presencia de droga”, señaló, destacando que el recipiente de carga fue revisado por funcionarios de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) al pasar por el “canal rojo”, lo que implica que se realizó una inspección más exhaustiva.

Sin embargo, la carga permaneció en el Puerto de Montevideo durante al menos cinco días, antes de dirigirse a Francia y luego a Portugal. Orué no descarta la posibilidad de que la contaminación con el estupefaciente haya ocurrido en algún punto del trayecto, particularmente en Uruguay. “Esta carga se verificó con funcionarios de la Senad y hay un acta firmada. Hasta aquí se cumplieron los protocolos”, afirmó.

Para apoyar la investigación en curso, la DNIT facilitó a sus contrapartes portuguesas información y las imágenes del escáner utilizadas durante los controles en Paraguay. Orué mencionó como llamativo que la noticia sobre el cargamento contaminado se haya filtrado desde Uruguay, sugiriendo una posible conexión con actividades delictivas en ese país.

En línea con lo anterior, cabe mencionar que el reporte entregado por la Policía Judicial de Portugal solo hace mención a que la droga incautada arribó al país europeo procedente de una nación de Latinoamérica, sin entrar en mayores detalles.

En ese sentido, el ministro de la Senad, Jalil Rachid, también insinuó una posible vinculación del grupo del narcotraficante Sebastián Marset, imputado en la investigación derivada del operativo A Ultranza. Orué mencionó que el nivel de rigurosidad en los controles realizados en Paraguay no se habría replicado en Uruguay, dejando abierta la posibilidad de que la droga se haya introducido durante el paso de la carga por el Puerto de Montevideo.

“Estamos hablando de grupos criminales que manejan mucho dinero”, indicó Orué, refiriéndose a las organizaciones delictivas que buscan evitar los controles mediante diversas estrategias. Añadió que la Senad ya ha abierto una investigación para determinar si hubo complicidad de funcionarios durante el proceso de tránsito de la carga.

Por otro lado, Orué aclaró que su responsabilidad no abarca la lucha contra el narcotráfico en general, sino que se limita a los controles en zona primaria. Mencionó que se realizaron todos los procedimientos necesarios en Paraguay, respaldados por documentación que lo confirma. Sin embargo, insinuó que los controles realizados en Uruguay podrían haber sido deficientes, señalando que el escaneo del contenedor en Montevideo no incluyó una inspección física.

La incautación de los 3.600 kilos de cocaína en Portugal fue llevada a cabo por la Policía Judicial de ese país en coordinación con la Autoridad Tributaria lusa. La droga, que estaba oculta en envases de harina de soja, había llegado a Portugal unos días antes por vía marítima, lo que llevó a la detención de tres sospechosos, presuntos miembros de una organización criminal transnacional.