Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
Frente al desafío que supone que el recién inaugurado Puerto de Chancay se convierta en el gran hub sudamericano, lo que implicaría -a futuro- sobrecostos para importadores y exportadores chilenos, el presidente de la Confederación de la Producción y Comercio (CPC), Ricardo Mewes, manifestó que el país debe actualizar su sistema portuario para mantenerse competitivo y, de paso, beneficiar a sus habitantes.
Mewes, en entrevista con PortalPortuario, aseguró que -por ahora- este nuevo centro portuario peruano no reviste peligro para Chile, pero sí se podría transformar en “una amenaza” si no se extienden los frentes de atraque de Valparaíso y San Antonio. De la misma manera, el dirigente gremial sostuvo que se deben desarrollar adecuaciones en los puertos de la Región del Bio Bio para atender cargas con origen y destino en Argentina, y los del norte, para aprovechar las oportunidades del Corredor Bioceánico.
Tras la inauguración de este puerto en Perú ¿Qué es lo que observan los usuarios del sistema portuario chileno?
Evidentemente, este nuevo puerto peruano representa o podría representar, más bien, una amenaza si nosotros aquí en Chile, no tomamos medidas prontas, porque cuando uno saca las cuentas si se hacen las ampliaciones que hay que hacer en Valparaíso, si se hacen las modificaciones que hay que hacer en San Antonio, la información que nosotros disponemos de Chancay es que va a movilizar cerca del millón de contenedores. Nosotros, hoy día en Valparaíso, estamos movilizando -prácticamente- 1 millón de TEU y en San Antonio hay capacidad para otros tres y medio en San Antonio. Por tanto, creo yo que todavía tenemos capacidad y somos súper competitivos respecto del Puerto de Chancay.
En Perú se dice que el Puerto de Chancay atraerá todas las cargas para concentrarlas y llevarlas a China más rápido ¿Qué piensan ustedes de eso?
La mirada que nosotros queremos es que las frutas, que es el principal producto de exportación junto con el cobre, van a seguir saliendo por los puertos chilenos.
En materia tarifaria ¿podría Chancay significar un mayor costo en términos de fletes?
Creo que hoy van a mejorar las tarifas de los fletes, porque hay un tema de competencia, siempre que tomemos las medidas que hay que tomar con los puertos chilenos. Por otro lado, si vemos los puertos como sistema; es decir, Valparaíso, San Antonio y la zona centro-sur para atender a Argentina y las inversiones que están haciendo en Vaca Muerta y todo ese frente productivo que tienen allá, su puerto natural de salida son los puertos chilenos, justamente, con destino al Asia.
¿Se ha demorado mucho el país en reaccionar a estas oportunidades como las que menciona en Argentina o el propio Corredor Bioceánico que grita por una salida por puertos del norte de Chile?
El tema del Corredor Bioceánico no es un tema propio de Chile únicamente, ahí tenías que poner de acuerdo a varios países y recién ahora se está terminando la carreteras entre Brasil y Paraguay, entonces ahí no solo depende de nosotros, pero sí lo que depende de nosotros es estar disponibles para recibir toda esa carga y eso también nos pone en una posición de privilegio frente a Chancay, porque las rutas que hay en ese corredor están mirando al Puerto de Iquique y al Puerto de Antofagasta. Por eso, creo, que el Sistema Portuario Nacional puede competir con Chancay.
¿Qué se necesita para competir con Perú?
Tenemos que, efectiva y rápidamente, avanzar en despejar los problemas que hay en San Antonio y en Valparaíso. Vimos que el otro día, Valparaíso levantó una solicitud al TDLC, estamos viendo que el propio Gobierno está impulsando que en San Antonio se avance con las obras. Esas son buenas señales y espero que se avance con la velocidad que se requiere, porque si nosotros seguimos empantanados en estas cosas sí que vamos a perder pan y pedazo.
¿Cree que esto saldrá a tiempo?
Yo le pongo fichas a lo que está pasando en Argentina con lo que está pasando en Vaca Muerta, porque ahí se está formando un sistema macro logístico súper relevante para la zona centro-sur y creo que eso puede ser tremendamente interesante, pero para que eso tenga un impacto positivo, tenemos que hacer las obras acá en Chile, mejorando los frentes de atraque de Valparaíso y, por cierto, hacer las inversiones que hay que hacer en San Antonio. No nos olvidemos de las marejadas que hacen que los puertos estén cerrados muchos días al año, nos juega en contra, entonces, claramente, hay que hacer las obras y hay que hacerlas ahora.
Tampoco debe abandonarse al Bio Bio, porque uno de los servicios que cambió Callao por Chancay mantiene sus escalas en San Antonio y Lirquén, por lo que es de suponer que si, a la par de la zona central, los puertos del Gran Concepción no crecen, la ruta se hace menos atractiva y aparece el fantasma del feeder Chancay-Chile ¿O no?
Exactamente. Aquí, hay que hacer obras que nos posicionen competitivamente. No se trata de hacer tremendos puertos. Aquí, si le agregamos capacidad a San Antonio, digamos, unos 3 millones de TEU, Valparaíso otro tanto, además de invertir en la zona del Bio Bio, ya quedas con una capacidad de acuerdo a las proyecciones que hay para 30 o 40 años más, entonces esas son las cosas en las que uno debería tratar de avanzar rápidamente, porque terminan moviéndote la aguja en el corto plazo.
¿Cómo hacer esto si la regulación ambiental, además de la oposición vecinal y de organizaciones son las que acaban frenando los proyectos como se vio en Valparaíso?
He estado conversando con la gente del Puerto de Valparaíso y las consultas ciudadanas han dado un buen resultado, aunque evidentemente aún queda un trabajo por hacer, pero ya es poca gente la que se opone. En San Antonio puede ser un poquito más y hay que terminar de hacer ese trabajo que es relevante y para eso, no solamente tiene que hacerlo la gente del puerto, porque aquí hay algo que tenemos que entender todos: Está bien, yo soy un claro defensor de la sustentabilidad como país más aún con el calentamiento global, pero tenemos que ser equilibrados y el Estado chileno, y el Gobierno en particular, tiene que mostrar que ese equilibrio existe para poner estas situaciones en una balanza y vislumbrar lo que significa para el país y las personas, en particular, hacer o no este tipo de proyectos y, en último caso, si se le cierra las puertas que se tome esa decisión definitiva y veremos qué es lo que pasa, pero lo que no podemos hacer es estar en esta eterna discusión entre unos y otros de si esas inversiones se van a realidad. Yo creo que se deben realizar con equilibrio, viendo el sentir de las comunidades y estas comunidades también tienen que tener una mirada país y no mirar lo que podría perder el país si no se hacen las obras.
¿Cree usted que de no hacerse estas obras de ampliación portuaria en Chile, serán los consumidores los que se verán perjudicados?
Claro, pero yo no hablaría de “los consumidores”, yo hablaría de las personas, porque aquí son las personas las que se ven más perjudicadas. Hay que ponderar que tener mejores puertos en Chile beneficiará a las personas, porque ante una situación de transbordo en Chancay se encarecen los productos, pero las personas que están detrás son los que verán más caro los productos que llegan cada día a sus casas. Esto hay que entenderlo de esta manera, porque uno puede hablar técnicamente de consumidores o del IPC que es más caro, pero -en el fondo, hablando con peras y manzanas- es a las personas a las que le van a llegar los productos más caros a sus casas cuando los fletes internacionales son más caros y eso es lo que tenemos que tratar de evitar con puertos competitivos y que las compañías navieras puedan ver qué puertos les dan mejores servicios, mejores tarifas y son más eficientes con tiempos más acotados con traspasos de carga para que las personas, al final del día, se puedan beneficiar de esas inversiones. Eso es lo que Chile tiene que ponderar al momento de hacer el equilibrio entre el medio ambiente y las inversiones portuarias que necesita.