Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters

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Shell resolvió una demanda en Londres, Inglaterra, que presentó contra el grupo ambientalista Greenpeace después que activistas abordaran un buque de producción de petróleo (FPSO) en 2023.

Greenpeace dio cuenta que había acordado pagar 300.000 libras (382.650 dólares) al Royal National Lifeboat Institute (RNLI), una organización benéfica que administra un servicio de búsqueda y rescate.

El grupo también comunicó que dejaría de protestar por un tiempo en cuatro sitios de Shell en el norte del Mar del Norte, a los que Greenpeace se refirió como “campos en su mayoría en declive”, aunque Shell los describió como “plataformas clave de petróleo y gas”.

Shell sostuvo que el acuerdo de Greenpeace de realizar un pago al RNLI reconocía su preocupación de que la protesta del grupo ambientalista en el mar era “un riesgo grave para la seguridad y la vida”.

Greenpeace, sin embargo, señaló que Shell había llegado a un trato porque demandar a los activistas ambientales “se convirtió en una carga de relaciones públicas atada al cuello”.

Shell emprendió acciones legales después de que activistas de Greenpeace abordaran el Penguins FPSO en enero de 2023 cerca de las Islas Canarias, frente a la costa atlántica del norte de África, para protestar contra la perforación petrolera y, posteriormente, viajaran en el mismo hasta Noruega.

El FPSO, que estaba siendo movilizado por el Heavy Load Carrier White Marlin de Royal Boskalis Westminster, se encontraba destinado al yacimiento de petróleo y gas de Penguins en el Mar del Norte, el que aún no está en producción. Cuatro activistas de Greenpeace utilizaron cuerdas para subir al navío desde botes inflables que perseguían al White Marlin a gran velocidad.

Greenpeace dijo anteriormente que Shell estaba pidiendo hasta 2,1 millones de dólares, incluidos los costos relacionados con los retrasos en los envíos y los gastos de seguridad adicional, aunque la demanda de Shell pedía un poco menos de un millón de dólares.

Las protestas en el mar contra la infraestructura petrolera, gasística y minera han sido parte de las operaciones de Greenpeace desde hace mucho tiempo.

Greenpeace está involucrado por separado en un desafío legal a la aprobación de Gran Bretaña para el desarrollo del campo de gas Jackdaw de Shell, que se escuchó en un tribunal escocés el mes pasado.