Los países de la Unión Europea (UE) están trabajando en nuevas formas de interceptar a los viejos petroleros rusos de la “flota en la sombra” que operan en el Mar Báltico, según dieron cuenta a la organización Politico cuatro fuentes diplomáticas. La iniciativa incluye una nueva legislación que codificaría los protocolos en forma de ley, consignó el medio The Maritime Executive.
Desde la UE plantean los riesgos que suponen los Aframax y Suezmax, de propietarios anónimos y con seguros cuestionables, que prestan servicio en las terminales petroleras rusas del Mar Báltico.
Asimismo, acusan a estos buques de transportar carburante ruso cuyo precio supera el “límite” impuesto por el G7 para los servicios de petroleros, además de estar asegurados y clasificados por proveedores de servicios no occidentales.
A lo anterior también se le suman deficiencias en las inspecciones y el estar cerca o sobre la edad estándar de retiro de 20 años para un buque del segmento.
Además, los cuatro incidentes separados de arrastre de anclas que dañaron cables submarinos ligados a naciones de la OTAN han suscitado preocupaciones en Europa.
Lo anterior en relación a la posibilidad que las agencias de inteligencia rusas puedan estar pagando a las tripulaciones de los buques para que lleven a cabo ataques “híbridos” intencionales y difíciles de probar contra la infraestructura submarina.
Es por eso que la UE esta ideando un marco jurídico para una respuesta más enérgica después de estos incidentes. El objetivo sería incautar rápidamente el buque infractor y la justificación legal podría ser la protección del medio ambiente o las operaciones de lucha contra la piratería, de acuerdo a lo sostenido por los diplomáticos informantes de Politico.
De ser necesario, se podrían promulgar leyes para justificar la acción contra los navíos mal asegurados, aunque cualquier interferencia directa con las naves fuera de la línea de 12 millas náuticas tendría que lidiar con las disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UCLO) sobre la libertad de navegación en aguas internacionales.
“No podemos bloquear todo el mar, pero sí podemos controlar más. Hay muchas oportunidades”, comentó el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna.