Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters

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El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el negociador comercial jefe, Jamieson Greer, se reunirán con el zar económico de China, He Lifeng, en Ginebra, Suiza, este fin de semana para mantener conversaciones que podrían ser el primer paso hacia la resolución de una guerra comercial que perturba la economía global.

La noticia de la reunión prevista en Ginebra, anunciada inicialmente por Washington el martes por la noche, impulsó los futuros de los índices bursátiles estadounidenses al alza. Los mercados bursátiles de China y Hong Kong siguieron el mismo ejemplo durante las operaciones asiáticas del miércoles, consignó la agencia Reuters.

Las conversaciones se producen después de semanas de crecientes tensiones que han hecho que los aranceles a las importaciones de bienes entre las dos economías más grandes del mundo se disparen mucho más allá del 100%, llegando a lo que Bessent describió el martes como el equivalente a un embargo comercial.

El impasse, junto con la decisión del presidente estadounidense Donald Trump el mes pasado de imponer amplios aranceles a docenas de otros países, ha trastocado las cadenas de suministro, agitado los mercados financieros y avivado los temores de una fuerte caída del crecimiento mundial.

Se espera que los equipos negociadores reunidos en Suiza, conocida por su neutralidad, discutan reducciones a los aranceles generales, según informaron dos fuentes familiarizadas con la planificación.

Las conversaciones también deberían abordar los aranceles sobre productos específicos, los controles de exportación y la decisión de Trump de eliminar las exenciones de minimis para las importaciones de bajo valor, añadió una de las fuentes.

“Tengo la sensación de que se tratará de una desescalada”, declaró Bessent a Fox News tras el anuncio.

“Tenemos que desescalar la situación antes de poder seguir adelante”, añadió.

Un portavoz del Ministerio de Comercio chino confirmó más tarde que China había aceptado reunirse con los enviados estadounidenses.

“Tras considerar plenamente las expectativas globales, los intereses de China y los atractivos de la industria y los consumidores estadounidenses, China ha decidido reanudar su relación con Estados Unidos”, afirmó el portavoz, citando un proverbio que dice que las acciones hablan más que las palabras.

Esta es la primera reunión entre altos funcionarios chinos y estadounidenses desde que el senador estadounidense Steve Daines se reunió con el primer ministro Li Qiang en Beijing en marzo.

A medida que aumentan las tensiones con Washington, Beijing ha adoptado en gran medida una retórica encendida , diciendo repetidamente que no participaría en negociaciones a menos que Estados Unidos retirara sus aranceles.

Sin embargo, señalando un cambio de rumbo, el Ministerio de Comercio de China dijo el viernes que estaba “evaluando” una oferta de Washington para mantener conversaciones.

Cuando se le preguntó sobre el aparente cambio de rumbo el miércoles, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, dijo en una conferencia de prensa diaria que la posición de Beijing de oponerse firmemente al abuso de aranceles por parte de Estados Unidos no ha cambiado.

Hay mucho en juego para la economía china, y su vasto sector manufacturero ya soporta el mayor impacto de los aranceles. Muchos analistas han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento económico para 2025 para el gigante asiático, mientras que el banco de inversión Nomura ha advertido que la guerra comercial podría costarle a China hasta 16 millones de empleos.

El banco central de China anunció el miércoles nuevos estímulos monetarios, recortes de tasas y una inyección de liquidez al sistema bancario destinados a contrarrestar el impacto económico de los aranceles.

Los analistas describieron la medida como mesurada y táctica.

“Es casi seguro que también habrá un elemento de señalización al gobierno de Estados Unidos antes de la próxima reunión”, dijo Christopher Beddor, subdirector de investigación sobre China en Gavekal Dragonomics.

“El mensaje es que los funcionarios chinos no están en pánico ni se apresuran a apuntalar el crecimiento económico, y no van a negociar desde una posición de debilidad”, complementó.

Señales

Los funcionarios estadounidenses han mantenido una serie de reuniones con socios comerciales desde que el presidente anunció un arancel del 10% para la mayoría de los países el 2 de abril, junto con tasas arancelarias más altas que entrarán en vigor el 9 de julio, salvo acuerdos comerciales separados.

Trump también ha impuesto aranceles del 25% a los automóviles, el acero y el aluminio, gravámenes del 25% a Canadá y México , y aranceles del 145% a China, y se esperan más aranceles a los productos farmacéuticos en las próximas semanas.

China respondió aumentando sus aranceles sobre los productos estadounidenses al 125%. La Unión Europea también está preparando contramedidas.

Si bien las conversaciones del sábado tienen como objetivo aliviar las tensiones, aún no está claro cuán sustanciales podrían resultar, dijo Bo Zhengyuan, socio de la consultora política Plenum, con sede en Shanghai.

“Para que sean posibles negociaciones geopolíticas más amplias, primero habría que reducir los aranceles; la clave es si ambas partes pueden ponerse de acuerdo sobre el alcance y la extensión de las reducciones arancelarias, así como sobre las conversaciones de seguimiento”, afirmó Bo.

Bessent dijo a Fox News que las dos partes resolverían durante su reunión del sábado “de qué hablar”.

“Mira, tenemos un interés común en que esto no sea sostenible”, afirmó Bessent.

“Y el 145%, el 125% equivale a un embargo. No queremos desvincularnos. Lo que queremos es un comercio justo”, añadió.

Trump y su equipo comercial han enviado señales contradictorias sobre el progreso en las conversaciones con los principales socios comerciales, que se apresuran a consolidar acuerdos con Washington y evitar la imposición de elevados impuestos a las importaciones de sus productos.

Bessent manifestó a los legisladores más temprano ese día que la administración Trump estaba negociando con 17 socios comerciales importantes y podría anunciar acuerdos comerciales con algunos de ellos tan pronto como esta semana.

Trump sostuvo a los periodistas antes de una reunión con el primer ministro canadiense, Mark Carney, que él y los principales funcionarios de la administración revisarán posibles acuerdos comerciales durante las próximas dos semanas para decidir cuáles aceptar.

Estados Unidos y Gran Bretaña han avanzado hacia un acuerdo comercial, dijo un funcionario británico, mientras que Bessent dijo que muchos otros países, incluida Indonesia, han hecho buenas ofertas para reducir los aranceles y las barreras no arancelarias, como los subsidios.

Las medidas de Trump sobre los aranceles, que según él apuntan en parte a reducir el déficit comercial de Estados Unidos, hasta ahora están teniendo un efecto opuesto: la brecha alcanzó un récord en marzo, ya que las empresas se apresuraron a importar bienes antes de que se aplicaran los gravámenes.

Cabe destacar, sin embargo, que el déficit comercial de Estados Unidos con China se redujo drásticamente, ya que los enormes gravámenes impuestos por Trump redujeron profundamente las importaciones chinas.