Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer sanciones a los compradores de exportaciones rusas a menos que Rusia acepte un acuerdo de paz sobre el conflicto en Ucrania, lo que podría complicar las ventas de petróleo de Moscú a China, India y Turquía.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), los ingresos de Rusia por las ventas de petróleo crudo y productos derivados del mismo en junio disminuyeron casi 14% respecto al año anterior, lo que llegó a USD 13.570 millones.
Sin embargo, la producción de crudo de Rusia se mantuvo prácticamente sin cambios en 9,2 millones de barriles diarios (bpd) el mes pasado y las cargas de crudo se mantuvieron estables en 4,68 millones de bpd, según la AIE. Sus exportaciones de productos petrolíferos disminuyeron en 110.000 bpd, hasta los 2,55 millones de bpd.
Rusia exporta petróleo de los grados Ural, Siberian Light y CPC Blend desde sus puertos occidentales, como Primorsk, Ust-Luga y Novorosíisk. También carga cantidades menores de petróleo Ártico, de los grados Arco y Novy Port, desde su recinto portuario norteño de Múrmansk.
Rusia también exporta la mezcla ESPO del Puerto de Kozmino en el Lejano Oriente, y la mezcla Sokol y Sakhalin de la isla de Sakhalin en el Pacífico.
Los yacimientos petrolíferos rusos también están conectados mediante oleoductos a China y países europeos. Actualmente, solo Hungría y Eslovaquia siguen comprando petróleo de Rusia en Europa como parte de una excepción a las sanciones de la Unión Europea.
Rusia también proporciona su red de oleoductos para el transporte de petróleo desde Kazajistán para su posterior envío a sus recintos portuarios y, a través del oleoducto Druzhba, a Alemania. Rusia también moviliza su carburante a su vecina Bielorrusia, la que cuenta con dos importantes refinerías.
China sigue siendo el mayor comprador de petróleo ruso, debido principalmente a las conexiones directas a los yacimientos rusos mediante oleoductos. El petróleo ingresa al país a través de los oleoductos Skovorodino-Mohe y Atasu-Alashankou de Kazajstán, y el resto es comprado por las refinerías chinas por mar.
China compra alrededor de 2 millones de bpd de petróleo a Rusia, principalmente Espo Blend, Sokol y Sakhalin Blend, así como algo de petróleo de los Urales y del Ártico, según datos de las aduanas chinas. Eso equivale a unos 130 millones de dólares cada día, según los cálculos de Reuters.
Los principales compradores son las compañías energéticas CNPC, Sinopec y CNOOC, así como refinerías independientes.
India es el segundo mayor comprador de petróleo de Rusia y el principal comprador de su petróleo insignia, el Urals. India también compra petróleo Espo Blend, Sokol y Arctic de Rusia. Sus importaciones totales de petróleo ruso rondan los 1,8 millones de bpd, según datos de seguimiento de buques de Kpler.
El petróleo ruso fluye hacia la mayoría de las refinerías de la India, incluyendo Reliance Industries. También fluye hacia la refinería privada Nayara Energy, en la que participa la rusa Rosneft, al igual que Indian Oil y ONGC.
El tercer mayor importador de petróleo ruso, Turquía, aumentó sus compras a un récord anual en junio de 400.000 bpd, según LSEG. El incremento se debió a la caída del precio del crudo ruso.
Desde el 1 de abril, el petróleo de los Urales se ha cotizado consistentemente por debajo del precio límite de 60 dólares por barril.
La refinería Star de Turquía, controlada por Socar de Azerbaiyán, es el principal comprador de petróleo ruso en Turquía, mientras que otra importante refinería, Tupras, también compra petróleo de grado Ural.
Rusia exporta alrededor de 2,5 millones de bpd de productos combustibles, incluidos diésel con bajo contenido de azufre, gasolina, nafta, fueloil y otros.
Desde 2023, Rusia también ha desviado sus ventas de productos petrolíferos de Europa a Asia y América Latina.
Moscú es un importante proveedor de diésel a Brasil y Turquía, mientras que también suministra volúmenes significativos de combustible a países africanos como Ghana, Egipto, Marruecos, Togo y Túnez.
El petróleo y los productos rusos también fluyen hacia estados “amigos”, como llama Moscú a los países con los que continúa haciendo negocios.
Entre los compradores se encuentran Siria, que recientemente ha comenzado a comprar combustible ruso y petróleo del Ártico, así como países como Pakistán, Cuba y Sri Lanka.













































