Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
El compromiso de la Unión Europea (UE) de comprar 250.000 millones de dólares en suministros energéticos estadounidenses al año resultaría poco probable, ya que requeriría redirigir la mayor parte de las exportaciones energéticas del país norteamericano hacia Europa y la UE tiene poco control sobre la energía que importan sus empresas.
Estados Unidos y la UE firmaron un acuerdo comercial marco el domingo 27 de julio, el que impondrá aranceles estadounidenses del 15% a la mayoría de los productos de la UE.
El pacto incluyó el compromiso de la UE de invertir 250.000 millones de dólares anuales en energía estadounidense (importaciones de petróleo, gas natural licuado y tecnología nuclear) durante los próximos tres años.
Las exportaciones totales de energía de Estados Unidos a compradores mundiales en 2024 ascendieron a 318.000 millones de dólares, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
De esa cantidad, la UE importó un total de 76 000 millones de dólares en petróleo, GNL y combustibles sólidos estadounidenses, como el carbón, en 2024, según cálculos de Reuters basados en datos de Eurostat.
Los analistas dijeron que triplicar esas importaciones no era realista. Arturo Regalado, analista senior de GNL de Kpler, sostuvo que el alcance del comercio de energía previsto en el acuerdo “supera las realidades del mercado”.
“Los flujos de petróleo de Estados Unidos tendrían que redireccionarse completamente hacia la UE para alcanzar el objetivo, o el valor de las importaciones de GNL de Estados Unidos tendría que sextuplicarse”, sumó Regalado.
Existe una fuerte competencia por las exportaciones energéticas de Estados Unidos ya que otros países necesitan los suministros y se han comprometido a comprar más en acuerdos comerciales.
Japón acordó una “importante expansión de las exportaciones energéticas estadounidenses” en su acuerdo comercial con Estados Unidos la semana pasada, según informó la Casa Blanca en un comunicado. Corea del Sur también ha mostrado interés en invertir y comprar combustible de un proyecto de GNL en Alaska, en su búsqueda de un acuerdo comercial.
La competencia por la energía estadounidense podría impulsar al alza los precios de referencia del petróleo y el gas en Estados Unidos y alentar a los productores estadounidenses a priorizar las exportaciones sobre el suministro interno. Esto podría encarecer los costos del combustible y la energía, lo que representaría un problema político y económico para los líderes de Estados Unidos y la UE.
Ninguna de las partes ha detallado qué estaba incluido en el acuerdo energético, o si cubría elementos como servicios energéticos o repuestos para redes y plantas eléctricas.
La UE estima que los planes de sus países miembros para expandir la energía nuclear requerirían cientos de miles de millones de euros en inversiones para 2050. Sin embargo, sus importaciones relacionadas con reactores nucleares totalizaron sólo 53.300 millones de euros en 2024, según muestran los datos comerciales.
La promesa energética reflejó el análisis de la UE de cuánta oferta energética estadounidense podría abastecer, dijo un alto funcionario de la UE, pero eso dependería de las inversiones en infraestructura de petróleo y GNL de Estados Unidos, la infraestructura de importación europea y la capacidad de transporte marítimo.
“Estas cifras, repito, no son improvisadas. Así que sí, requieren inversiones”, dijo el alto funcionario, que pidió no ser identificado. “Sí, variará según las fuentes de energía. Pero son cifras alcanzables”.
No hubo ningún compromiso público sobre la entrega, añadió el funcionario, porque la UE no compraría la energía, sino sus empresas.
Las empresas privadas importan la mayor parte del petróleo de Europa, mientras que una combinación de empresas privadas y estatales importa gas. La Comisión Europea puede agregar la demanda de GNL para negociar mejores condiciones, pero no puede obligar a las empresas a comprar combustible. Se trata de una decisión comercial.
“Es simplemente irreal”, declararon los analistas de ICIS, Andreas Schröder y Ajay Parmar, en declaraciones escritas a Reuters. “O Europa paga un precio altísimo, no acorde con el mercado, por el GNL estadounidense o consume demasiados volúmenes de GNL, más de los que puede gestionar”.
Producción estadounidense
Estados Unidos ya es el principal proveedor de GNL y petróleo de la UE, enviando el 44% de las necesidades de GNL de la UE y el 15,4% de su petróleo en 2024, según datos de la UE.
Aumentar las importaciones hasta el objetivo requeriría una expansión del GNL estadounidense mucho más allá de lo planificado hasta 2030, dijo Jacob Mandel, director de investigación de Aurora Energy Research.
“Se puede aumentar la capacidad”, agregó Mandel. “Pero si hablamos de la escala necesaria para alcanzar estos objetivos, los 250 000 millones de dólares, entonces no es realmente viable”, remarcó.
Europa podría comprar 50.000 millones de dólares más de GNL estadounidense anualmente a medida que aumenta el suministro, afirmó.
Sustitución de Rusia
La UE ha dicho que podría importar más energía estadounidense a medida que avanza su plan para poner fin a las importaciones de petróleo y gas ruso en 2028.
La UE importó alrededor de 94 millones de barriles de petróleo ruso el año pasado (el 3 % de las compras de crudo del bloque) y 52.000 millones de metros cúbicos (bcm) de GNL y gas rusos, según datos de la UE. A modo de comparación, la UE importó 45.000 millones de metros cúbicos (bcm) de GNL estadounidense el año pasado.
Sin embargo, un mayor aumento en las compras de combustible por parte de la UE iría en contra de los pronósticos de que la demanda de la UE disminuirá a medida que avanza hacia la energía limpia, dijeron los analistas.
“No hay una necesidad urgente de que la UE importe más petróleo de Estados Unidos; de hecho, su demanda de petróleo alcanzó su punto máximo hace varios años”, afirmaron Schröder y Parmar.














































