Por Redacción PortalPortuario

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Chile se encuentra atravesando un alza en la presencia de focos activos de mosca de la fruta, lo que plantea un riesgo para la seguridad del patrimonio fitosanitario del país y para las propias exportaciones de productos agrícolas. Una situación que se torna cada vez más compleja, particularmente en la Región de Arica y Parinacota.

Lo tratado fue abordado de manera reciente en la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados. En aquel espacio, se invitó a representantes del rubro y del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para exponer sobre la situación, lo que se enmarcó dentro del diálogo sobre una propuesta para modificar cuerpos legales que fortalezcan la protección fitosanitaria y zoosanitaria del país.

En la conversación se subrayó que la presencia de la mosca de la fruta se debería a la alta presión que se genera en la frontera por el ingreso ilegal de productos agrícolas por la zona norte de Chile, a lo que también se le sumaría -en menor escala- focos constantes en la Región de Valparaíso por el flujo terrestre de vehículos procedentes de Argentina.

En la Comisión también se dio cuenta de las falencias y carencias que atravesaría el SAG. Se planteó la falta de personal (junto con la necesidad de establecer mejoras en sus condiciones de trabajo), de recursos y el menester de una mayor participación de ministerios e instituciones públicas para reforzar las labores de fiscalización en pasos habilitados y, especialmente, para cortar la actividad de aquellos irregulares.

Bajo este contexto, la diputada por el Distrito N°22 y presidenta de la Comisión, Gloria Naveillan Arraigada, comentó que al SAG le hacen falta recursos económicos, materiales y humanos para poder abordar estas situaciones, en donde “claramente el tema mosca de la fruta no logró contenerse en la Región de Arica y Parinacota, que es donde partió. El tema de exportación de fruta en Chile es tremendamente relevante y, por eso, el estar libre de este tipo de plaga nos permite entrar a mercados a los que no podríamos acceder de lo contrario”.

Por su parte, el presidente de Fedefruta, Víctor Catán Dabike, mencionó que “en la actualidad tenemos 42 brotes de mosca de la fruta repartidos entre la Región de Arica hasta la Región de O’Higgins. Es casi el doble de lo que teníamos el año pasado, 24 focos, de los cuales tenemos consecutivamente en la Región de Valparaíso, localidad de Los Andes, cinco años seguidos con un brote que tiene un denominador común en el transporte terrestre”.

“El año 1985, Chile fue reconocido como un país libre de la mosca de la fruta, pero hoy en día ese estatus lo dan los países con los cuales comerciamos y nosotros no queremos vernos afectados con que un país nos quite esa condición, porque el nivel de pérdida que podría tener Chile es por sobre los USD 6 mil millones y por entre 1 a 2 millones de puestos de trabajo. Lo que nos estamos jugando es mucho y, por tanto, creemos que esto debe ser tomado con una prioridad como país”, agregó Catán.

A su vez, Antonio Walker, exministro de agricultura y titular de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), expresó que “el tema de la mosca de la fruta es realmente una plaga cuarentenaria muy importante para el país, junto con la Lobesia Botrana y Drosophila Suzukii. Nosotros hemos visto el tremendo esfuerzo que ha hecho el SAG, pero el SAG no puede solo. Es urgente la participación del Ministerio del Interior, de Seguridad, de Aduanas, de Servicio de Impuestos Internos y otras instituciones que puedan apoyar al SAG, ya que todos sabemos lo que ocurre en las fronteras”.

“Es tan grave el tema, que le pedimos una reunión al Presidente de la República. Lo que necesita el SAG son recursos, son funcionarios y apoyo de otros ministerios y, la verdad, esta es una urgencia agrícola mayor. Tomamos una decisión hoy día o en unos días más esto va a ser tarde”, añadió Walker.

En tanto, el subdirector del SAG, Rodrigo Sotomayor, planteó que “la situación de la mosca de la fruta nos tiene trabajando arduamente, estamos enfrentando varios desafíos, son una cantidad no menor de focos que en algunas zonas generan alto impacto y en otros uno menor, pero igualmente obligan a gatillar esfuerzos importantes. En Arica tenemos la mayor cantidad de focos con 17 y está requiriendo permanentemente nuestra atención”.

“Tenemos una condición de país libre de la mosca de la fruta y gracias a esta condición tenemos la posibilidad de ingresar con nuestros productos a todas las mesas de todo el mundo, pero no está fácil, ya que tenemos una presión muy fuerte de los países vecinos. Argentina tiene muchos focos de mosca, Bolivia no tiene control sobre su mosca y Perú tiene enfocada su atención en su zona norte”, complementó Sotomayor.

En línea con lo anterior, Óscar Camacho, jefe del Departamento Controles Fronterizos del SAG, remarcó que “nosotros intervenimos durante muchos años en una colaboración con la región de Tacna, Perú. Nosotros sacamos fuera de nuestra frontera el control de mosca de la fruta, lo que nos dio la posibilidad de liberarnos como territorio de la mosca de la fruta. Hoy en día, Perú ha priorizado la zona norte del país y, en cierta medida, ha abandonado los huertos de Tacna, lo que para nosotros significa un riesgo, ya que hay fruta colgada y hay un marco sanitario inadecuado, lo que hace que tengamos una gran cantidad de mosca en ese sector y, por supuesto, involucra un riesgo mayor para nosotros, ya que estamos al lado. Eso hace que incluso las moscas lleguen volando”.

Denuncia

A raíz de la situación acontecido en la Región de Arica y Parinacota, PortalPortuario recibió una denuncia procedente de un funcionario del SAG con conocimiento en lo que ocurre en los puntos fronterizos de la zona. De esta manera, se indicó a este medio que las barreras de protección del SAG no serían efectivas, principalmente aquella establecida en la localidad de Cuya.

Además, se señaló que las dotaciones desplegadas en los sitios de control, particularmente en los puntos fronterizos terrestres de Chacalluta y Chungará, y del aeropuerto de Chacalluta, funcionarían con el mínimo del personal necesario, quienes también tendrían falta de experiencia y no contarían con las capacitaciones necesarias para ejercer sus labores de fiscalización (como cursos para hacer uso de máquinas de rayos X).

Lo anterior -según se sostuvo a este medio- dejaría maletas y vehículos sin revisar, junto con la ejecución errónea de análisis, lo que permitiría el paso mercancías que podrían representar riesgos fitosanitarios y zoosanitarios, además de complicar y potenciar los focos de mosca de la fruta.

Ante esta situación, PortalPortuario se contactó con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), recibiendo como respuesta que “en la Región de Arica y Parinacota, los puntos de ingreso con inspectores e inspectoras del SAG que operan equipos de rayos X se encuentran en los controles fronterizos terrestres de Chacalluta y Chungará, y en el aeropuerto de Chacalluta”.

“Todo el personal que desempeña este rol cuenta con la capacitación técnica exigida por el Servicio, cumpliendo con los estándares institucionales y los requisitos establecidos por la Seremi de Salud para la autorización de personal ocupacionalmente expuesto. Estos conocimientos incluyen la correcta operación de los equipos, protección radiológica y la detección efectiva de productos de origen animal y vegetal que representen riesgo fitosanitario o zoosanitario para el país”, agregó la misiva.

“El SAG mantiene un trabajo permanente de reforzamiento de estos puntos de control, desarrollando entrenamientos específicos y evaluaciones para fortalecer las capacidades de detección. Este trabajo preventivo ha dado resultados concretos: entre enero y julio de 2025 se han interceptado 30 toneladas de productos agrícolas en los controles fronterizos de la región, un 11% más que en el mismo período de 2024”, expandió el organismo del Estado.

“Por lo anterior, no es efectivo que se permita el ingreso de productos peligrosos sin control. Las cifras demuestran que la labor de los inspectores e inspectoras del SAG, apoyada por el uso de tecnología de rayos X, ha incrementado la detección y retención de productos que podrían poner en riesgo la condición sanitaria y fitosanitaria de Chile. A ello se suman otros mecanismos de control no intrusivos, como la labor especializada de la Brigada Canina, que refuerza la capacidad de detección y protección en los puntos de control fronterizo”, concluyó la respuesta.