Por Redacción PortalPortuario
CM Technologies (CMT) ha advertido que el reciente aumento de problemas de calidad del combustible, principalmente fueloil con muy bajo contenido de azufre (VLSFO), en los principales centros de abastecimiento está generando nuevos riesgos operativos para los armadores y, además, subrayó la necesidad de una supervisión más rigurosa en tiempo real a bordo.
Informes de Bureau Veritas VeriFuel (VPS) y Fuel Oil Bunkering Analysis and Services (Fobas) han indicado que el VLSFO suministrado en Ámsterdam-Rotterdam-Amberes (ARA), Skagen y El Pireo contenía niveles más altos de lo esperado de finos catalíticos, sedimentos y/o viscosidad.
“Datos independientes mostraron que solo en la región ARA, más de la mitad de las muestras de VLSFO analizadas en el segundo trimestre de 2025 estaban fuera de especificación debido al exceso de sedimentos, un aumento significativo respecto al 43% del primer trimestre. Skagen registró un 84% de muestras fuera de especificación, mientras que en El Pireo una de cada ocho entregas de VLSFO no cumplió con los estándares”, indicó CMT.
“Los análisis globales también apuntan a problemas persistentes en otros centros, con combustibles fuera de especificación reportados en Houston y Amberes, y preocupaciones de cumplimiento vinculadas a mezclas deficientes y contaminación en barcazas”, agregó.
Un analista del mercado informó en enero de 2025 que más del 45% del suministro global de VLSFO no cumple con los estándares ISO de la categoría RM380 introducidos en 2024.
“El abastecimiento con combustible fuera de especificación sigue siendo un problema real. La transición de los aceites combustibles tradicionales al VLSFO ha generado problemas continuos para los operadores de buques, con cuestiones de calidad del combustible que se han convertido en una preocupación persistente en los principales centros de abastecimiento desde la introducción de este combustible hace más de diez años”, afirmó David Fuhlbrügge, director general de CM Technologies.
El análisis señala que los problemas persistentes de calidad del combustible pueden mitigarse con capacidades de prueba rápidas y en sitio, las que permiten evaluar la calidad antes de que el combustible ingrese al motor.
“Sin una supervisión robusta, los operadores se exponen a riesgos operativos y financieros graves. Nuestro papel es proporcionar a las tripulaciones instrumentos precisos y prácticos que puedan detectar problemas en tiempo real, evitando fallos en el motor y costosos retrasos”, remarcó Fuhlbrügge.
Bajo este contexto, desde CMT se remarcó que “los finos catalíticos, en particular, representan una amenaza inmediata para componentes críticos, actuando como papel de lija microscópico sobre inyectores y bombas. El sedimento, el lodo y la formación de cera aumentan el riesgo de obstrucción de filtros y purificadores, mientras que una viscosidad anormalmente alta interfiere con la combustión y eleva el consumo de combustible”.
“La calidad inconsistente del combustible puede socavar rápidamente incluso los planes de mantenimiento más meticulosos y comprometer el rendimiento de emisiones del buque. CMT señala que la formación de cera cuando el VLSFO de baja viscosidad se almacena a temperaturas superiores a 21?°C es un problema particular”, añadió.
“Los datos confiables son la única defensa contra el comportamiento inesperado del combustible. Las tripulaciones necesitan resultados inmediatos y precisos en los que puedan confiar, ya sea para detectar finos catalíticos, medir viscosidad o verificar niveles de sedimento. Al identificar los problemas temprano, los operadores pueden tomar medidas correctivas antes de que los problemas causen daños graves”, remarcó Fuhlbrügge.
Las consecuencias de una supervisión deficiente o inexistente van más allá del desgaste del equipo, según consignó la CMT, ya que las paradas no planificadas y las reparaciones conllevan “importantes implicaciones comerciales, desde penalizaciones por inactividad hasta disputas contractuales. Con la creciente presión sobre los armadores para mantener una alta utilización mientras reducen emisiones, cualquier interrupción vinculada a la calidad del combustible socava tanto el rendimiento operativo como el ambiental”.
“El monitoreo debe considerarse un proceso continuo, no una precaución puntual. El análisis en sitio proporciona una evaluación inicial rápida, mientras que los servicios de laboratorio confirman los resultados y permiten evaluar tendencias a largo plazo. Al combinar ambos enfoques, los operadores pueden identificar riesgos de inmediato y construir una visión clara del rendimiento del combustible a lo largo del tiempo”, amplió.
Con informes que apuntan a una inestabilidad persistente en el suministro de VLSFO y evidencia de problemas similares en otros centros globales, CMT consideró que la industria del abastecimiento debería contar con un organismo regulador más eficaz, con el mandato de establecer un control normativo integral sobre la calidad y compatibilidad del combustible.
“El VLSFO sigue siendo un problema persistente para los gestores de buques y los fletadores. Los operadores deben saber exactamente qué están introduciendo en sus tanques. Un monitoreo eficaz a bordo y en el puerto de abastecimiento es la única forma de proteger la maquinaria, salvaguardar las operaciones y preservar la fiabilidad”, concluyó Fuhlbrügge.












































