Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Wärtsilä aún cree que la descarbonización del tráfico marítimo continuará a pesar del retraso en el establecimiento de un precio global del carbono para el sector por parte de la Organización Marítima Internacional (OMI), el que fue postergado por un año al no lograrse consenso sobre la medida de reducción de emisiones.
El grupo de ingeniería finlandés, uno de los mayores fabricantes de motores para buques del mundo, ha invertido en tecnologías de reducción de emisiones para navíos y plantas de energía. Espera una mayor demanda de estas herramientas bajo el plan climático de la OMI.
Sin embargo, la decisión sobre un precio global para las emisiones del transporte marítimo fue aplazada por un año a principios de este mes debido a presiones de Estados Unidos.
Aunque los pedidos trimestrales cayeron 0,7% interanual hasta los 2.090 millones de dólares, Hakan Agnevall, director ejecutivo de Wärtsilä, comentó a Reuters no ha visto un impacto negativo en los pedidos como resultado del retraso de la OMI.
“El camino hacia la descarbonización continúa. Seguimos vendiendo porque los propietarios de barcos quieren cubrirse. Buscan flexibilidad en el uso de combustibles y, sin duda, eficiencia energética”, afirmó.
En cambio, Agnevall señaló que, entre otros factores, los pedidos se han visto afectados por el negocio de almacenamiento de energía de Wärtsilä, que ha sido “fuertemente impactado” por los aranceles de importación de Estados Unidos y la regulación sobre Entidades Extranjeras de Preocupación.
La unidad de almacenamiento de energía representó el 12% de las ventas de la empresa el año pasado, pero Agnevall señaló que no recibió nuevos pedidos en el tercer trimestre después de que la regulación FEOC, incluida en la llamada “Ley de Una Gran y Hermosa Factura” del presidente estadounidense Donald Trump, prohibiera en julio la importación de celdas de batería fabricadas en China a Estados Unidos.
Para mitigar el impacto, Wärtsilä está buscando abastecerse de celdas de batería provenientes de Estados Unidos u otros países asiáticos.
Las acciones de la empresa cayeron 2% en la sesión vespertina, ya que los inversionistas esperaban un mayor crecimiento y una mejor perspectiva, especialmente en pedidos de equipos energéticos.
“Esto puede ser decepcionante para los inversionistas que esperaban que Wärtsilä mejorara su previsión de demanda ante un posible repunte por pedidos de centros de datos”, escribieron analistas de JPM en una nota, en referencia a que Wärtsilä mantuvo sin cambios su perspectiva de demanda energética.
A pesar del revés de la OMI, Wärtsilä también mantuvo sin cambios su perspectiva para el sector marítimo, anticipando una mayor demanda.
“Habrá un camino hacia un panorama regulatorio más fragmentado, porque los países y regiones tendrán sus propios marcos normativos”, afirmó Agnevall
