Por Redacción PortalPortuario
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La Agencia Estatal del Medio Ambiente de Pernambuco (CPRH) descartó cualquier vínculo entre el dragado del canal interior del Puerto de Suape y las presuntas muertes de caballitos de mar, otras especies de peces y tortugas.
Esta conclusión se sustentó técnicamente tras cinco minuciosas inspecciones realizadas, en ocasiones con las dragas en operación y en otras con las embarcaciones detenidas, en diversos tramos de los ríos Tatuoca y Massangana, así como en la zona portuaria donde se llevan a cabo los trabajos. Asimismo, se corroboró mediante entrevistas realizadas a asociaciones de pescadores, residentes locales y buzos profesionales en el muelle. La CPRH remitirá toda la documentación relativa a las inspecciones a la Fiscalía Federal (MPF).
Circulan en redes sociales videos con reportes de supuestas muertes, aún sin confirmar, que intentan vincular estos incidentes con los trabajos de dragado en el muelle, iniciados el 29 de agosto de este año para remover más de 4 millones de metros cúbicos de sedimento. La última inspección ambiental, dirigida por CPRH, se realizó el viernes 31 de octubre y no se detectaron problemas. La revisión, a cargo de 12 profesionales, se llevó a cabo con las dragas detenidas y durante la marea baja, y no halló animales muertos ni evidencia visual de cambios en la calidad del agua ni ninguna otra anomalía.
Aunque los videos que circulan en las redes sociales fueron producidos por presuntos pescadores, ninguna de las tres entidades que representan al sector pesquero local, Colônia Z-8, Associação Pescadores e Pescadoras Profissionais em Atividade no Cabo de Santo Agostinho y Associação Quilombola Ilha de Mercês, ha avalado denuncia alguna ni presentado informe alguno ante CPRH o la Dirección de Sostenibilidad de Suape sobre las muertes de peces.
El presidente de la comunidad pesquera Z-8, Lailson Evangelista de Souza, aseguró que hasta el momento, no se ha observado nada de lo que circula en redes sociales. “No tengo conocimiento de ninguna muerte de peces, caballitos de mar o tortugas. Pedimos a los pescadores que observen y nos informen de cualquier problema. Ellos graban y me envían el video, pero hasta ahora no ha ocurrido nada”, enfatizó.
Suape implementó, sin obligación legal, un plan de asistencia para 548 pescadores con una contribución mensual de USD 154 mil durante el periodo de dragado. Los representados por las tres asociaciones reciben asistencia financiera y canastas de alimentos como medida de buena práctica y responsabilidad social hasta la finalización de las obras, prevista para enero de 2026.
Carlos Cavalcanti, director de Sostenibilidad del Puerto de Suape, informó que los informes de la CPRH confirman el compromiso de la empresa portuaria estatal con la sostenibilidad y el trabajo serio y responsable que se ha llevado a cabo en el complejo durante 47 años. Según él, las obras de dragado, como las que se realizan actualmente en el puerto, están precedidas por un proceso de licenciamiento y permisos ambientales amplio y riguroso, que exige un monitoreo sistemático.
“El Plan de Gestión de la Calidad Ambiental (PGQA) fue desarrollado, aprobado y monitoreado continuamente por la CPRH, e incluye 15 Programas Ambientales y 14 condiciones destinadas a controlar, prevenir y mitigar los posibles impactos de los trabajos de dragado”, destacó el director.
Cavalcanti enfatizó que lo observado en el terreno no guarda relación alguna con lo difundido en redes sociales e informó que el control ambiental de la zona se complementa sistemáticamente con los informes enviados por las empresas contratadas para realizar el dragado.
El dragado lo lleva a cabo el consorcio Van Oord/Jan De Nul, adjudicatario de la licitación, utilizando dragas de última generación equipadas con sistemas de bajas emisiones de CO2, seguimiento satelital y sensores en tiempo real, lo que garantiza el rigor técnico, la eficiencia energética y la precisión operativa.
La embarcación cuenta con inspectores a bordo, y la propia tripulación colabora en el monitoreo de la fauna marina. El dragado tuvo un costo de USD 40 millones, de los cuales USD 21,7 millones provino de recursos propios de la empresa y el resto del Ministerio de Puertos y Aeropuertos a través del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC 3).
