Por Redacción PortalPortuario
Un tripulante tanzano de un buque de carga quedó en prisión preventiva luego de presentarse ante el Tribunal de Magistrados de Port Adelaide, acusado de la presunta importación de 3 kilogramos de metanfetamina a Australia. Deberá compadecer nuevamente ante el juzgado el 9 de diciembre de 2025, según informó la Policía Federal Australiana (AFP).
La investigación comenzó el sábado 8 de noviembre, cuando un agente de seguridad contratado por Flinders Ports en Port Adelaide detuvo al hombre de mar del navío mercante, de 50 años, para una inspección aleatoria de equipaje al salir de permiso en tierra.
La policía alega que durante el control rutinario se encontraron tres paquetes sospechosos con una sustancia cristalina en la mochila que llevaba el hombre.
Se notificó a los agentes de la Fuerza Fronteriza Australiana (ABF), quienes acudieron al punto de control. Las pruebas realizadas al contenido de los paquetes habrían arrojado resultado positivo para metanfetamina, por lo que los agentes alertaron a la AFP.
“Los investigadores de la AFP incautaron los paquetes y arrestaron al ciudadano tanzano, quien fue acusado de un cargo por importar una cantidad comercial de una droga controlada en frontera, concretamente metanfetamina, en contravención de la sección 307.1(1) del Código Penal (Cth)”, informó la AFP.
“La pena máxima por este delito es cadena perpetua. El hombre fue trasladado a la comisaría de Port Adelaide, donde se le negó la libertad bajo fianza policial para comparecer ante el tribunal ese mismo día (10 de noviembre). Tras el arresto, los agentes de la ABF registraron el buque, sin encontrar otros elementos sospechosos”, agregó.
La Superintendente de Detectives de la AFP, Melinda Adam, señaló que esta cantidad de metanfetamina podría haberse vendido en unas 30.000 transacciones callejeras, generando aproximadamente 2,7 millones de dólares para redes criminales.
“El daño causado por la metanfetamina se siente en toda la comunidad, desde la presión sobre el sistema de salud, el aumento de accidentes viales y el riesgo para la seguridad pública”, comentó Adam.
“La vigilancia del personal de seguridad portuaria ayudó a proteger a la comunidad, y la AFP trabaja estrechamente con diversos socios para evitar que nuestras puertas internacionales se conviertan en parte de la cadena de suministro criminal”, añadió.
La superintendente también apuntó que “las fuerzas del orden están atentas a quienes intentan usar su acceso para facilitar actividades delictivas, y cualquiera que considere introducir drogas en Australia debe pensar en las consecuencias. Si lo atrapan, podría pasar varios años de su vida en una celda”.
La Superintendente de la ABF, Jody Griswood, destacó que las acciones del guardia de seguridad demostraron la estrecha colaboración entre la ABF y las autoridades portuarias, con el objetivo común de proteger la cadena de suministro marítima de infiltraciones criminales.
“Proteger nuestra frontera marítima de la explotación depende de estas asociaciones clave. Juntos estamos haciendo que sea lo más hostil posible para los criminales que intentan inundar nuestras costas con estas drogas nocivas”, afirmó Griswood.













































