Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario

A comienzos de mes se reinició la discusión, en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, sobre la posibilidad de instaurar un Royalty Portuario. El autor de la iniciativa es el diputado comunista, Luis Cuello, quien prefiere llamar a este posible nuevo impuesto como una “compensación” a las ciudades portuarias que, en algunos casos, presentan altos grados de deterioro.
El parlamentario, en conversación con PortalPortuario, detalló que este cobro estaría dirigido a las navieras y no superaría el valor de 1 dólar por tonelada transferida, lo que en términos de ingresos reales para las ciudades –solo si se considera lo movilizado entre enero y septiembre, según los registros de Aduanas– serían unos 85 millones de dólares. Considerando ese monto parcial, San Antonio -principal puerto del país- habría recibido en sus arcas 12.9 millones de la moneda estadounidense y Valparaíso, capital regional, USD 5.6 millones.
El legislador, que este domingo buscará la reeleción, también sostuvo que estos dineros son marginales, por lo que -a su juicio- un automóvil de dos toneladas solo experimentaría un alza de 2 mil pesos.
Diputado se reabrió el debate sobre el Royalty Portuario ¿En qué etapa va esta discusión?
Nosotros ya empezamos a discutir el proyecto de Royalty Portuario. Nosotros lo reingresamos y como integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara le pedí al presidente, Boris Barrera, que lo pusiera en tabla. Por lo tanto, ya expuse en la primera sesión y la idea es que en las siguientes sesiones vamos a contar con invitados como el Gobernador, Rodrigo Mundaca, la alcaldesa de Valparaíso, Camila Nieto, a trabajadores portuarios y, por supuesto, a las empresas.
Su iniciativa tiene detractores ¿Qué piensa al respecto?
A mí me interesa que se abra un debate democrático con todos los actores del mundo portuario, porque acá hay objetivo común que es el desarrollo y la proyección de la actividad portuaria en Chile y, en eso, estamos todos de acuerdo. Esta es una idea que tiene respaldo. Yo se lo propuse a la candidata presidencial Janette Jara, ella lo recogió en su programa de gobierno, lo que es un apoyo muy significativo y, además, tenemos la experiencia comparada que en San Francisco hay un Royalty Portuario cuyo producto de ocupa para financiar viviendas sociales; es decir, es una política pública que hace falta para la región con tantas necesidades y tantas carencias y no es coherente tener una industria que mueve millones de dólares cuando tenemos ciudades que están profundamente deterioradas y que les falta inversión público-privada.
Los millones de dólares que menciona no los produce del todo el puerto que, si bien es un negocio, no es más que una puerta de entrada y de salida de productos. Ese movimiento lo genera el retail, la minería, la agroindustria, pequeños importadores, etc ¿No se hace menos competitiva la actividad de esas empresas? ¿No podría encarecerse también los productos para los consumidores?
A mi juicio no, porque nuestra propuesta, al menos, mi proyecto de Ley contiene una gradualidad de tres años y también un monto que es menor, que no tiene un impacto en los precios. El Royalty Portuario es un dólar por tonelada, lo que es bastante marginal para las empresas navieras, pero para nuestra economía regional es un aporte muy sustantivo. Esa contribución, en bienes y servicios, tiene un impacto y produce crecimiento económico, porque va a producir empleo y más inversión. Por eso, hay que ver las dos partes de los impuestos o, más bien, de las compensaciones como esta compensación que es elñ Royalty Portuario.
Diputado, usted dice que el cobro es a las navieras, pero la experiencia -por ejemplo- tras la aplicación del Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea es que ese monto terminó siendo recargado a los clientes ¿Cómo se evita que eso suceda en Chile?
Insisto, lo que hay que tener en cuenta es que estamos proponiendo una compensación cuya cuantía es marginal respecto de los bienes y servicios. Entonces, creo, que eso es lo principal. Si pensamos en un automóvil que pesa dos toneladas va a subir el costo ¿en cuánto? 2 mil pesos. Hay que tener en cuenta eso, pensando en la dimensión positiva de la compensación que eso es lo importante, porque siempre se ve la fase negativa que es un aumento de costos eventual, pero no se visualiza la contribución que esto va a generar a nuestra economía local. Valparaíso es una economía deteriorada y creo que el Royalty Portuario le puede dar un gran impulso.
¿Por qué aplicar esta fórmula de cobro a las navieras y no reconducir los ingresos que ya llegan al Estado por los canon de arriendo de las concesiones o las Tarifas de Uso Portuario? ¿Por qué no redestinar esos recursos que terminan en Santiago alimentando líneas de metro y ponerlos a disposición de la ciudad de Valparaíso y su metro, por ejemplo?
Esa alternativa no ha sido propuesta por ninguna empresa. Creo que acá, a mi juicio, comparto algunos planteamientos de que hace falta de la logística. Hay otros elementos que determinan la competitividad. Sin embargo, esas otras tasas tienen que ver con otra naturaleza y, por lo tanto, no tienen una destinación específica y el proyecto que hemos planteado es que esos recursos estén destinados a financiar infraestructura de salud pública, de educación y de transporte. Esa es la discusión, esto está abierto, la idea es que se empiece a debatir, porque acá hay que abrirse a un debate democrático, no hay que negarse al debate y el debate es en el Parlamento.
Diputado, le insisto que los ingresos que reciben las empresas portuarias, los dineros que pagan los concesionarios y las navieras por operar en Chile terminan en Hacienda, dándose la curiosidad de que las portuarias estatales recaudan, entregan y luego tienen que ir a “pelear” por su propia plata. Por tanto, no tienen autonomía real como empresas del Estado ¿Por qué, entonces, ese dinero no queda en las ciudades puerto?
Lo que ocurre que cualquier tipo de modificación sobre la destinación de lo que se recauda por tasas y otros conceptos por parte de las empresas portuarias o lo que pagan las navieras pasa por una modificación legal. No puede ser a partir de ningún otro instrumento. Entonces, aquí se requiere una discusión en el Parlamento, en ese nivel legislativo, porque -además- hay un consenso, que quiero recordar, que está expresad, de forma más reciente, en el Acuerdo por Valparaíso que refiere la creación de un mecanismo legal para que los puertos aporten y contribuyan al desarrollo de la ciudad. Por tanto, invitaría a todos los que tengan críticas a expresarlas en el Parlamento, porque los vamos a invitar a la Comisión de Hacienda y así convencer y recoger elementos de los distintos actores. Esta no es una posición negativa, sino una constructiva en torno al Royalty Portuario que, yo creo, beneficia a todos.













































