Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters

Novatek, un productor ruso de gas natural licuado (GNL), ha recortado los precios de sus cargamentos entre 30% y 40% desde agosto para atraer a compradores chinos a adquirir gas sancionado de su proyecto Ártico LNG 2, según informaron a Reuters fuentes familiarizadas con el asunto.
Estas transacciones han puesto fin al limbo comercial del proyecto, valorado en 21.000 millones de dólares, que está sujeto a algunas de las penalizaciones más severas impuestas a Rusia por Estados Unidos y Europa.
Washington busca bloquear el flujo de ingresos por petróleo y gas hacia las arcas del Kremlin, mientras el presidente estadounidense Donald Trump intensifica la presión sobre Moscú para que ponga fin a su guerra en Ucrania.
La Casa Blanca también ha amenazado con tomar medidas contra los países que continúan comprando exportaciones energéticas rusas, pero China, aliada desde hace mucho tiempo del mandatario ruso Vladimir Putin, se opone a las sanciones occidentales.
Tomar medidas contra entidades chinas que las infringen podría resultar complicado. Washington alcanzó apenas el mes pasado una delicada tregua en su guerra comercial con Pekín y -según lo indicado por una fuente de alto nivel en la industria- aplicar estas medidas podría poner en riesgo las ambiciones de Estados Unidos de concretar sus propios acuerdos de GNL con China.
Novatek, que es copropiedad de algunos de los aliados más cercanos de Putin, comenzó a producir GNL en la planta en diciembre de 2023, pero no logró vender ni un solo cargamento hasta agosto de este año, cuando redujo drásticamente los precios para compradores chinos.
El productor de gas despachó su primer cargamento con un descuento de entre 3 y 4 dólares respecto al precio de referencia asiático del GNL, que ronda los 11 dólares por mmBtu, según una fuente de la industria familiarizada con el acuerdo.
Para entregas posteriores -han sido 14 en total desde agosto- los compradores chinos continuaron recibiendo fuertes descuentos de entre el 30% y el 40%, según indicó una segunda fuente conocedora de las transacciones.
Lo anterior significa que los cargamentos se están vendiendo por entre 28 y 32 millones de dólares, lo que sería muy por debajo de su valor de mercado, el que supera los 44 millones.
Los precios de estos cargamentos no habían sido reportados previamente. Reuters no ha podido determinar los nombres de las empresas chinas que los adquirieron.
Estados Unidos
Gran parte del petróleo y gas de Moscú no está directamente sujeta a sanciones occidentales. China es el mayor comprador mundial de sus exportaciones energéticas.
Sin embargo, el expresidente Joe Biden, predecesor de Trump, impuso penalizaciones específicas al proyecto Ártico LNG 2, así como a entidades y naves relacionadas, poco después de que comenzara sus operaciones en diciembre de 2023.
El socio francés TotalEnergies se retiró posteriormente de la iniciativa, aunque dos de las mayores empresas energéticas de China –China National Petroleum Corp y China National Offshore Oil Corporation– permanecieron, cada una con una participación del 10%.
Las sanciones también frustraron las esperanzas rusas de adquirir una flota de buques cisterna clase hielo Arc7 para realizar entregas durante todo el año.
Hasta agosto, sin compradores, los cargamentos del proyecto permanecían flotando en el mar o eran transferidos a unidades de almacenamiento, lo que le costó a Novatek millones de dólares, según comerciantes.
Para presionar a Moscú a negociar, Trump ha ampliado las sanciones estadounidenses contra la energía rusa, ha instado a sus aliados a hacer lo mismo y ha amenazado con fuertes aranceles a países que compran exportaciones rusas, incluida India.
Sin embargo, hasta ahora Washington no ha tomado medidas contra las entidades chinas involucradas en las compras del proyecto Ártico LNG 2.
“Están presionando a sus aliados para que dejen de importar gas o GNL ruso. Pero no están aplicando sus propias sanciones sobre Ártico LNG 2”, comentó Anne-Sophie Corbeau, investigadora del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia.
El gobierno chino ha aprobado las compras, según dos fuentes de alto nivel de la industria con sede en Pekín. El portal de registro comercial chino muestra que la Terminal de GNL de Beihai, en el sur de China -a la que se están entregando los cargamentos- está gestionada por PipeChina, el monopolio estatal de infraestructura energética.
Al ser consultada sobre si el gobierno había dado directrices respecto a las importaciones o si le preocupaba que Washington pudiera imponer sanciones a PipeChina -que opera la mayor parte de la infraestructura de petróleo y gas del país- la oficina del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores no comentó directamente, pero reiteró la oposición de China a las sanciones unilaterales y a la “jurisdicción extraterritorial”.
“La cooperación energética entre China y Rusia es una cooperación económica y comercial normal, beneficiosa para los pueblos de ambos países”, señaló la oficina del portavoz.
Beihai
Antes de agosto, Beihai -una terminal de tamaño medio- se utilizaba para importar gas de diversas fuentes y empresas, incluidas ocho cargas de GNL estadounidense en 2024.

Pero desde agosto, PipeChina ha negado el acceso a otras compañías, convirtiendo efectivamente a Beihai en un punto de entrada exclusivo para el gas ruso, según una tercera fuente china, un comerciante con conocimiento directo del asunto.
El gobierno del Reino Unido impuso sanciones a Beihai en octubre. Para complicar aún más la situación, Trump -quien ha integrado repetidamente las exportaciones energéticas estadounidenses en acuerdos comerciales con socios que buscan reducir sus cargas arancelarias- ha expresado su deseo de vender más GNL a China.
Estados Unidos tendría dificultades para sancionar a PipeChina, ya que eso también bloquearía sus propias ventas de gas, dijo a Reuters un ejecutivo occidental del sector energético que comercializa gas en China.
China no ha importado GNL estadounidense desde febrero debido a los aranceles impuestos durante la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.













































