Por Redacción PortalPortuario
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El Consejo de Ministros de España aprobó el Plan de Acción Nacional para la Descarbonización del Transporte Marítimo, impulsado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (Mitma). El proyecto destinará USD 290 millones en cinco años (2026-2030) para apoyar a las navieras en la renovación y transformación de buques existentes y en la construcción de nuevas unidades con menos emisiones de gases de efecto invernadero, así como a promover el uso de combustibles renovables de origen no biológico, como el amoniaco o el metanol.
La dotación prevista procederá de los ingresos generados por la inclusión del transporte marítimo en el Régimen Europeo de Comercio de Derechos de Emisión (EU ETS).
Para la directora general de la Asociación de Navieros Españoles (Anave), Elena Seco, la aprobación del plan “supone un avance significativo y un reconocimiento al papel estratégico del transporte marítimo en la economía española”.
Al mismo tiempo, Seco subrayó que la dotación de USD 290 millones en cinco años debe entenderse como un primer paso, “dada la magnitud de las inversiones necesarias para renovar y adaptar la flota, apostar por nuevas tecnologías y combustibles alternativos y desplegar soluciones innovadoras”.
Anave detalla que las cantidades previstas apenas suponen 5% de la recaudación que el ETS marítimo generará en España hasta 2030, estimada en más de USD 5.800 millones Solo en 2025, con la obligación de entregar derechos equivalentes al 40% de las emisiones verificadas de 2024, la recaudación ligada al transporte marítimo rondará los USD 435 millones. Mientras tanto, los armadores españoles han invertido más de USD 1.000 millones en los dos últimos años para modernizar su flota y reducir su huella ambiental, y tienen comprometidos más de USD 1.200 millones adicionales en nuevos proyectos.
La creación de un Plan Nacional para la Descarbonización del Transporte Marítimo financiado con cargo a los ingresos del ETS marítimo ha sido una reivindicación que Anave venía planteando de forma reiterada.
Desde la Asociación se insiste en la necesidad de que el instrumento “vaya a más, tanto en volumen como en alcance” y que contemple ayudas no solo para inversiones (Capex), sino también para los costes operativos adicionales (OPEX) derivados del uso de combustibles y tecnologías más limpias, así como medidas transitorias realistas mientras los nuevos combustibles no estén plenamente disponibles.
Según los datos publicados en el Union Registry de la Unión Europea, España es el segundo país del Espacio Económico Europeo con mayor volumen de derechos entregados y recaudación asociada por la aplicación del EU ETS al transporte marítimo, solo por detrás de Grecia.
En el primer ejercicio de aplicación efectiva al sector, se han entregado en España más de cinco millones de derechos de emisión, equivalentes a 40% de las emisiones verificadas de CO2 y a unos USD 400 millones a precios medios del 30 de septiembre de 2025. Con la entrada progresiva del sistema (70% de las emisiones en 2025 y 100% en 2026), la recaudación podría alcanzar unos USD 800 millones en 2026 y más de USD 1.200 millones en 2027, superando los USD 5.800 millones acumulados hasta 2030 en una estimación conservadora.
Estos ingresos suponen un coste directo para las navieras y se deberían revertir en el propio sector y destinarse a financiar su transición energética, tal y como recomienda la Comisión Europea en su reciente Comunicación sobre inversión en transporte sostenible, que insta a los estados miembros a utilizar la recaudación de instrumentos como el ETS para acelerar la descarbonización de los sectores de difícil mitigación, entre ellos el transporte marítimo.
Resulta esencial que una parte significativa de la recaudación del ETS marítimo se integre en el recién aprobado Plan Nacional de Descarbonización del Transporte Marítimo y se destine a renovar la flota, apoyar el despliegue de combustibles limpios, desarrollar infraestructuras portuarias incluyendo conexiones OPS y puntos de suministro de nuevos combustibles, y reforzar la investigación, la innovación y la digitalización operativa.
Sin embargo, para Anave, la descarbonización del transporte marítimo requiere un marco global y coherente, coordinado en el seno de la Organización Marítima Internacional (OMI). Mientras se avanza hacia ese acuerdo internacional, los mecanismos europeos deben diseñarse para reforzar la competitividad del sector, evitando cargas fiscales sin retorno ambiental.
En este sentido, los ingresos generados por el ETS marítimo no pueden convertirse en un impuesto más, sino en una herramienta efectiva de apoyo a la transición energética del transporte marítimo, estratégica tanto para la economía como para la seguridad del abastecimiento europeo.














































