Un informe de Drewry’s Container Insight Weekly criticó duramente a las alianzas navieras (2M, Ocean y The Alliance) señalando que han “fracasado miserablemente”esto luego que la fuerte demanda en Asia de productos europeos y la “mal administrada” integración de las nuevas redes de transportistas marítimos ha significado que los exportadores “luchen” para asegurar espacios a bordo de los buques.
La consultora da cuenta que los exportadores europeos deben esperar hasta ocho semanas para cargar su mercadería rumbo a Asia, con esto los transportistas han dejado de tomar reservas y están pagando mucho más que la tarifa habitual después de las alianzas lanzadas el 1 de abril de 2017.
Las tarifas al contado al este son ahora casi tan costosas como lo son en el mercado mucho más alto en dirección oeste.
“Los buques en dirección este solamente suelen estar 60% llenos en el mejor de los casos, en circunstancias normales los cargadores nunca deben tener que preocuparse por la escasez de espacio”, señala el informe de Drewry.
“Sin embargo, una tormenta perfecta de eventos ha conspirado para hacer sus vidas muy difíciles en este momento. Estos factores incluyen una demanda más fuerte de lo esperado en Asia para los productos europeos, más significativamente de los cargamentos pesados ??que restringen la capacidad de carga de un buque y lo que ahora parece ser una integración mal administrada de nuevas redes de alianzas”, agrega el documento.
Los últimos números de la Estadística de Oficinas de Contenedores revelan que los volúmenes en dirección este en dos meses de 2017 aumentó un 9% con respecto al mismo período del año pasado.
El grueso del crecimiento vino de China, que vio aumentar sus volúmenes en un 14% a 501.000 TEUs. Los envíos al norte de Asia aumentaron un 1,5% a 160.000 TEUs, mientras que la demanda del sudeste asiático aumentó un 4% a 158.000 TEUs. En cambio, los volúmenes hacia el oeste subieron un escaso 0,4% después de dos meses.
“Si bien algunos transportistas podrían estar agradecidos por los ingresos adicionales hacia el este, tal vez deberían considerar el daño causado a las relaciones con los clientes, que podría ser mucho más duradero. Cuando se anunciaron originalmente las alianzas, la calidad del servicio y la fiabilidad se anunciaron como beneficios clave que los cargadores podían esperar. Han fracasado miserablemente desde el principio y no es de extrañar que el Consejo de los Transportadores Europeos haya expresado su preocupación, cuestionando si la situación actual fue artificialmente diseñada”, añade el documento de Drewry.