Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
El Puerto de Buenaventura; en Colombia, es uno de los mayores centros de transferencia de carga de ese país, los cuales -a juicio del presidente del capitulo regional de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional, Franklin Ruíz, han alcanzado un alto nivel de modernización. Sin embargo, advierte, que al igual que en Chile, los accesos y la relación ciudad-puerto siguen siendo una piedra de tope para el desarrollo de esta industria.
En conversación telefónica con PortalPortuario.cl, Ruíz se refirió a la situación actual de los terminales portuarios, sus desafios en materia logística y los impactos que genera sobre los ciudadanos, temáticas que fueron parte Sexto Simposio Buenaventura XXI.
El objetivo de esta actividad, comentó Ruíz, es que “la ciudad esté 100% notificada hacia donde avanzan los procesos de su actividad principal. Este es un puerto internacional y, obviamente, la actividad inherente a ella tiene que ser lo que más motive a la población académica, común, a los actores públicos como privados para entender cómo funciona todo eso”.
Usted menciona a la ciudad ¿Qué tan conflictiva es la relación con el puerto?
Hay un grueso de esa parte de población que no concibe todavía los beneficios mayúsculos de una actividad que se considera rica, casi millonaria. Entonces, la población ve eso como “yo no recibo esos beneficios y estoy aquí, estoy a metros de ustedes”. Todo eso de la población no tiene una opinión favorable de una actividad que es importante, es exitosa y en eso vamos trabajando. Para eso la experiencia vuestra va a ser importante.
Hoy tenemos que el conflicto de la ciudad que se dio en el mes de mayo y junio estuvo sembrado en eso. Y parte de las soluciones van dirigidas a mejorar esa percepción y mejorar las condiciones.
El Gobierno de su país anunció fuertes inversiones para la ciudad después del conflicto ¿Cuánto ayuda esto a mejorar el vínculo entre la actividad portuaria y los ciudadanos?
La inversión que se planteó fue una respuesta a unos reclamos sociales. Inversión que se calzó 1,5 millones de un pedido total de cerca de 10. Es una apuesta a largo plazo que el gobierno colombiano está dejando en esta ciudad a fin de corregir unas condiciones sociales difíciles que tiene la población, de ir acercando más a la gran mayoría de la población a nivel de crecimiento y desarrollo social mucho más digno.
Todo lo que mejore en infraestructura urbana, social, en materia de educación, recursos públicos y demás, eso va a mejorar el entorno de servicios que tiene la ciudad y el puerto como tal, porque facilita, por ejemplo, la movilidad, la obtención de recursos humanos competentes, la presencia de empresas o inversionistas que mejoren las condiciones legales de infraestructura. En la medida que la condición social de la ciudad mejora, la confianza en esta también. Y en la medida en que eso se aumente se convertirá la ciudad en un elemento con otro objetivo, más evidente para los inversionistas que quieren ampliar su abanico de inversiones en el país.
Ustedes invitaron al Simposio al Puerto de San Antonio para hablar de relación ciudad puerto ¿Por qué?
La experiencia de San Antonio es súper importante para nosotros, porque nos puede dar tips, ideas de cómo avanzar en eso, de tener una mejor relación de una manera más rápida.
¿Cómo están los puertos de Colombia en el contexto latinoamericano?
De momento, en lo que tiene que ver con infraestructura, en muy buen nivel. Los puertos nuestros han alcanzado los últimos 10 años un nivel de modernización y de infraestructura de robustez, que pueden competir, sin ningún tipo de limitación, con el resto del continente. En eso no hay ningún tipo de objeción.
De hecho, incluso los puertos colombianos han sacado mayor provecho del Canal de Panamá ampliado que el mismo Panamá…
Exactamente. Hoy en día, muchas de las actividades que se hacían en Panamá se están haciendo en Buenaventura, por lo menos, en los transbordos internacionales, los servicios que están en Buenaventura que han sido movidos de Panamá, porque se han logrado exigencias y costos para estas empresas, para la línea marítima, y eso ha beneficiado la operación de estos terminales. Los puertos avanzan bien y hay proyectos nuevos que están buscando incrementar el número de puertos, operaciones, buscando ampliar el abanico de opciones de conectividad internacional para los exportadores y los importadores, y yo creo que en eso el país ha marcado un éxito en lo que es política portuaria.
¿Dónde están las brechas?
Estamos con dificultades en lo que son las conectividades de los terminales con el resto de las zonas productivas. Está el tema de vías, el de procesos y el de infraestructura logística del país. Sin embargo, los puertos nuestros están ubicados en los primeros 20 lugares de lo que es la actividad latinoamericana, en el sector nuestro americano, y no habrían quejas sino pedir que siga creciendo.
¿Cuáles son las carencias del sistema de conectividad hacia los puertos?
A nivel de conectividad tenemos debilidades en que contamos con pocas vías a nivel de doble calzada. Unas son vías con excesos de curvas y de pendientes y, obviamente, eso limita la eficiencia en el transporte.
La mayoría de los centros de producción están muy lejos de los puertos y eso es un tema histórico desde nuestra colonización y eso, pues, ha ido gradualmente integrando las industrias en los puertos o a zonas cercanas a los puertos. Aún falta mucho por hacer, pero esa es una gran debilidad que hoy en día contamos con el plano logístico.
Obviamente, esto ha hecho que todos los recursos materiales y de procesos están muy alejados de los puertos y más cerca de las zonas de producción. En eso hay un problema por resolver de parte nuestro.
¿Qué fortalezas cree usted que tiene el sistema?
Fortalezas en que los actores hemos podido cohesionar en un discurso único en una actividad con un propósito común, que es sacar adelante las operaciones y los procesos. Hacemos una misión colaborativa constante.
Otro es que los procesos de servicio a la carga hacia el comercio exterior, nos hemos ‘eficientados’ en gran medida y lo hemos trasladado al sector informático haciéndolos muy virtuales. Hoy en día, más del 80% de la actividad nuestra es enormemente virtual y obviamente eso facilita y acercan mucho los actores para que todos los procesos sean mucho más grandes.