Por Redacción PortalPortuario.cl
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Tal como lo adelantara en mayo pasado tras el cierre de la fusión entre Hapag-Lloyd y United Arab Shipping Company (UASC), la Compañía Sud Americana de Vapores (CSAV) informó que, sin perjuicio del positivo impacto económico que conlleva esta transacción, la operación le generó una pérdida contable de US$ 155 millones.
El gerente general de CSAV, Oscar Hasbún, explicó que este impacto contable es un hecho puntual, que se produce porque las normas de IFRS correspondientes (NIIF3 y NIIF13) no permiten incorporar las sinergias estimadas de la fusión (US$ 435 millones anuales), las cuales son un factor fundamental del valor económico la transacción.
“Buscar mayores eficiencias en el negocio portacontenedores es parte del plan estratégico que hemos diseñado para la compañía, y la fusión con UASC va en esa dirección. Gracias a esta combinación de negocios somos una empresa más eficiente y competitiva, con una de las flotas más jóvenes y modernas de la industria, con una cobertura más global y con sinergias anuales de US$ 435 millones, lo que nos permitirá seguir consolidando nuestro liderazgo frente a nuestros competidores”, señaló.
Con el cierre de la transacción, Hapag-Lloyd adquirió el 100% de las acciones de UASC, y los controladores de la firma árabe se incorporaron como accionistas de la empresa combinada. Producto de lo anterior, los accionistas de Hapag-Lloyd redujeron su participación. CSAV se mantuvo como principal accionista, pasando de tener un 31,4% a un 22,6% de la propiedad. Sin embargo, tanto la empresa chilena, como la Ciudad de Hamburgo y Kühne, a través del pacto de accionistas vigente, se mantuvieron como controladores.
Con el fin de fortalecer la estructura financiera de la compañía, Hapag-Lloyd realizará un aumento de capital por US$ 400 millones, a través de una suscripción preferente para todos los accionistas.
Con anticipación al cierre de la transacción, CSAV, la Ciudad de Hamburgo y Kühne habían acordado que, principalmente a través de dicha capitalización, la empresa chilena alcanzará una participación de a lo menos un 25% en Hapag-Lloyd, con lo cual podrá seguir influyendo decisivamente en la adopción de acuerdos en juntas de accionistas en materias fundamentales de la empresa, como aumentos de capital, fusiones, divisiones, y modificaciones de estatutos, todas las cuales requieren un quórum de aprobación de 75%.
La empresa combinada tendrá una capacidad total de transporte de carga de 1,6 millones de TEUs y volúmenes transportados al año de alrededor de 10 millones de TEUs. Contará además con una de las flotas más modernas, ecológicas y eficientes de la industria, compuesta por 230 naves de una edad promedio de 7,2 años y un tamañopromedio de aproximadamente 6.840 TEUs, cerca de un 30% más que la media de las 15 principales navieras de la industria (5.280 TEUs).
Gracias a la fusión de ambas empresas, se reducirán significativamente las necesidades de inversión durante los próximos años, gracias a la complementariedad de los activos combinados. Lo anterior permitirá a Hapag-Lloyd mantenerse como una de las navieras más competitivas de la industria. Asimismo, y gracias también a la complementariedad de su red de servicios, la empresa ofrecerá una cobertura más global, reforzando su posición y diversificando su portafolio en los tráficos más relevantes.