Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
Reconocido por asesorar en diversas materias legales a sindicatos y federaciones portuarias, el abogado Jorge Peña, que -sin excepción- todos los actores vinculados a esta actividad económica deben colaborar para afrontar los desafíos que se avecinan.
A su modo de ver, si no existe un esfuerzo tripartito que vincule a trabajadores, empresas y Gobierno, la industria portuaria no podrá modernizarse, por lo que estos actores deben “quitarse la venda ideológica”, porque “hay montones de iniciativas que los portuarios, cuando digo portuarios me refiero a todos, o las asumen juntos o no las van a poder enfrentar”.
Una de esas iniciativa, de acuerdo al profesional, es constituir en San Antonio un Instituto Técnico Profesional abocado a las labores marítimas y portuarias a objeto de formar el capital humano que requerirán los terminales del futuro.
¿Qué desafíos tiene la industria portuaria desde el punto de vista laboral?
Primero consolidar una fuerza de trabajo altamente capacitada y, por lo tanto, buenas remuneraciones, este sector debería ir sino a la par, por un tema de productividad, muy cerca de la minería en remuneraciones. Se requiere una fuerza de trabajo altamente calificada y que pueda enfrentar el desafío de incorporación de tecnología que cada vez es más creciente.
La automatización requerirá trabajadores especializados y dejará obsoletas algunas actividades ¿Cómo se hace ese cambio?
Durante mucho tiempo, la industria portuaria chilena se basó en una fuerza intensiva de mano de obra, pero como ahora han subido las remuneraciones, hay un incentivo fuerte a reemplazar con tecnología, que está disponible hace 20 años, y eso no es fácil, es un proceso que debe hacerse con sentido, pero con eficiencia productiva. Hoy tienen una tarea en preparar una fuerza de trabajo que permita pasar a una etapa de mayor productividad.
¿Debe, entonces, el CFT prometido por el Gobierno a San Antonio orientarse al ámbito portuario?
Esto en mi opinión, en San Antonio debería hacerse tomando el esfuerzo económico, expertiz técnica y comercial de los tres terminales de la empresa portuaria y del Gobierno y hacer un Instituto, o sea si en algún lado en Chile hay que instalarlo es ahí. Otro podría ser en Valparaíso, pero en algún lado tiene que partir y lo más lógico es que parta ahí. Ese instituto preocuparse de decir estos son los cursos, los que se necesitan, no en el aire, con todo el respeto que le puedo tener a una universidad, es distinto que ellos digan desde la teoría que van a preparar a la gente en Comercio Exterior con mención Marítima a hacerlo con el puerto en el centro.
¿Cuándo necesita Chile esos nuevos perfiles portuarios?
En los próximos dos años vamos a necesitar a tantos operadores de estas entidades, de estas capacidades, y vamos a necesitar tanta gente para el customer service o etc. Eso debería hacerse seriamente y sería más una fuente de empleo de calidad, tendería a la estabilidad, porque cuando la gente tiene más calidad en su empleo, las formas más precarias de empleo en la eventualidad desaparecen. Hay una tarea grande o se hace entre todos o no se hace.
¿Qué otras tareas están pendientes en San Antonio?
Hay otras tareas en el caso de San Antonio, que todos saben, que hay un déficit habitacional importante y es una cuestión que hay que enfrentar entre todos, no tiene sentido dejar a la gente que por las suyas busque el subsidio habitacional y viva a dos horas de distancia si se puede enfrentar con una mirada de industria.
¿Debe ser San Antonio una villa portuaria; es decir, con servicios orientados a esa actividad desde la educación a la salud?
Hay una necesidad de exigirles a las mutuales que tienen que tener una clínica. La gente no se puede morir en el camino a Valparaíso, eso es terrible. Entre todos, por eso digo que no me imagino que estas cuestiones que los sindicatos por las suyas, como las mancomunales, o las empresas, mutuales o la municipalidad. Por eso digo que esto es indispensable, si quieres proyectar lo que aparece, como lo más visible, para que un puerto de última generación sea más competitivo tiene que tener continuidad operacional, pero eso es como el corolario, porque para llegar ahí tienes que recorrer un camino muy largo y la opción del dialogo tripartito y productivo es el camino.