La Fundación Ciudad, el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo y el Centro Argentino de Ingenieros solicitaron al Ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazo, postergar la licitación de la Terminal 5 que el próximo 30 de marzo adjudicará por el término de 30 años.
En una nota dirigida al Ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo, firmada por su presidente, Andreína de Luca de Caraballo, con referencia a la Licitación Pública Nacional e Internacional para la concesión de la Terminal Portuaria Nº 5 del Puerto de Buenos Aires, solicita la suspensión de esta licitación “hasta tanto se haya permitido una amplia participación respecto de una adjudicación que compromete el futuro del Puerto Nuevo por un lapso de 30 años”.
“La gestión integrada costera apunta a integrar a las distintas jurisdicciones, los distintos saberes y los distintos actores para la Evaluación Ambiental Estratégica de Políticas, Planes y Programas. Este tipo de evaluación permite reconocer y adelantarse a los efectos de decisiones aisladas”, sigue la nota.
“El Puerto de Buenos Aires tiene un impacto fundamental en la vida de la Ciudad y sus vecinos. Una Audiencia Pública permitirá la intervención de la sociedad, de los expertos, de los actores económicos… Aspiramos a que sea también el primer paso de un proceso de consulta más profundo como el que se dio en Australia para la Estrategia Nacional de Puertos en 2010”, añade la organización, según publica en su portal la Fundación Nuestromar.
Por su parte, el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), con la firma de Augusto Penedo y María de las Nieves Arias lncollá, en carácter de Presidente y Secretaria, respectivamente, y el Centro Argentino de Ingenieros, con la firma de su Presidente, Carlos Bacher y la Prosecretaria Diana Marelli, en forma conjunta solicitaron al Ministro de Transporte la suspensión de la licitación, hasta tanto sean convocados a participar a los afectados por este proceso.
Los solicitantes fundamentan su pedido en que la mencionada licitación “por sus características compromete a largo plazo (30 años) el futuro de Puerto Nuevo con consecuencias físicas y funcionales que afectan al Área Central en particular y al conjunto de Buenos Aires en general”.
La carta indica que “la cuestión es que se considera que, por detrás de esta decisión, se pone de manifiesto la carencia de un programa o de un plan que analice la relación ciudad-puerto y que permita formular las acciones referidas al puerto de la ciudad desde una visión de largo plazo. Los especialistas consultados coinciden en argumentar que las actividades de Puerto Nuevo así como las infraestructuras viales y ferroviarias no se resuelven por decisiones aisladas. El llamado a licitación contribuye a consolidar la situación actual soslayando la formulación de escenarios alternativos para el futuro, que esta problemática de los puertos urbanos requiere”.
“En primer lugar, no se ha convocado una audiencia pública que es el espacio donde se debería debatir colectivamente con todos los actores involucrados, en forma previa a la toma de decisiones. En segundo lugar, se llama a una licitación con carácter urgente y por plazos extraordinarios, de 30 años, cuando el resto de las concesiones se terminan en menos de 10 años. No deben soslayarse las inciertas condiciones del llamado a licitación, que ha sido cuestionado por expertos y por empresas”, añade esa declaración.
“Con respecto al Puerto de Buenos Aires, cabe recordar que en los años ’90 se consagró la ampliación del Área Central mediante el nuevo sector que resultó de recuperar los antiguos Docks de Puerto Madero, que lograron la permanencia de las actividades terciarias sumando residencia. Allí, con el impulso público y el desempeño de formas de gestión innovadoras como la Corporación Puerto Madero, se logro promover una sustantiva inversión privada, sumando un nuevo barrio a la ciudad”, fundamentan.
“Sin embargo, en esa instancia y bajo el clima general de dicha década. el puerto, mas que objeto cle debate fue concesionado por sectores. Esas concesiones están a punto de vencer -casi todas en 2019-, abriendo así la posibilidad de formular proyectos alterativos para el puerto de Buenos Aires, contemplando además el sistema portuario regional.En ese contexto, la licitación para la Terminal N’ 5 en Puerto Nuevo, tal como se promueve desde la Administración General de Puertos Sociedad del Estado (AGPSE), por sus características compromete a largo plazo las actividades comerciales de carga”, agregan.
“Tampoco da cuenta de las nuevas condiciones que se plantean para el comercio exterior (que para la localización, son difíciles o imposibles de resolver en virtud de su costo), ni la armonización con nuevas demandas en crecimiento, que han generado debates no saldados a la fecha, en los que han participado con especialistas a lo largo de los últimos años, este CPAU y el Centro Argentino de Ingenieros (CAI). Cabe señalar que se está tomando esta decisión mientras en el resto del mundo se lleva a cabo un intenso debate acerca del tipo de puerto que se requiere para afrontar las nuevas configuraciones del comercio internacional y de la actividad portuaria”, continúan los declarantes.
Los arquitectos aseguran que no hay consenso político, técnico y social sobre el proyecto que podría “comprometer por treinta años un sector menor del puerto de Buenos Aires puede significar una pesada carga para el futuro del mismo. Un concesionario con tal plazo de concesión, tendré una posición dominante y quedaremos todos obligados a sumar un actor empresario cuyos intereses condicionarán el interés nacional”.
Por esa razón, solicitan al gobierno argentino suspender la licitación y disponer de una Audiencia Pública para que la sociedad civil porteña pueda emitir sus opiniones al respecto.